En un animado debate presidencial republicano, los precandidatos se dirigieron al expresidente Donald Trump, al presidente demócrata Joe Biden y entre ellos, abordando una serie de temas que van desde China y la economía hasta la migración y el narcotráfico en México.
A pesar de sus reiterados ataques, los siete candidatos presentes en el debate de Fox Business no lograron generar un momento decisivo que pudiera alterar la dinámica de la contienda primaria. Trump, líder destacado en las encuestas de la nominación republicana, optó por no participar en el debate, como lo hizo en el primer debate el mes pasado en Wisconsin.
Vivek Ramaswamy, empresario de biotecnología, destacó nuevamente la violencia en México y propuso la creación de un presupuesto para combatir a los cárteles del narcotráfico, similar al presupuesto destinado a la guerra en Ucrania. Esta propuesta generó debate y sugirió la intervención de Estados Unidos en México para combatir el narcotráfico y los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
A pesar de la ausencia de Trump en ambos debates, su presencia se hizo sentir cuando los candidatos abordaron sus temas legales pendientes. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, criticó a Trump por su ausencia y su aumento en la deuda nacional. Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey y crítico de Trump, también se burló de Trump llamándolo “Pato Donald” por no asistir al debate.
Mike Pence, exvicepresidente de Trump, prometió devolver el poder a los estados y Nikki Haley criticó la política de Trump hacia China, centrada en el comercio en lugar de cuestiones de seguridad más amplias.
Biden también fue un blanco frecuente de los candidatos republicanos, quienes criticaron su manejo de la economía y la frontera sur con México. Sin embargo, la mayor parte del debate se centró en los ataques entre los propios candidatos, en lugar de en Trump o Biden.
En el segmento final, la moderadora sugirió que la nominación de Trump era inevitable mientras el campo permaneciera fragmentado entre varios candidatos. A pesar de las provocaciones, Ramaswamy generó la ira de sus oponentes, quienes lo acusaron de estar desconectado y poco realista.
El debate se produjo en medio de una huelga de trabajadores automotrices en Estados Unidos, que algunos candidatos utilizaron como oportunidad para atacar a Biden por unirse al piquete sindical en lugar de abordar la seguridad en la frontera sur.
La mayoría de los candidatos expresaron su apoyo continuo a la ayuda a Ucrania, aunque DeSantis indicó que no ofrecería un “cheque en blanco”. Ramaswamy, por su parte, advirtió que respaldar a Ucrania estaba fortaleciendo la relación entre Rusia y China, lo que generó críticas adicionales de sus rivales.