En un hecho histórico, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se unió a los trabajadores del sector automotriz en un piquete de huelga en el estado de Michigan, en el norte del país, para expresar su apoyo y afirmar que merecen un aumento salarial significativo.
Luciendo una gorra de béisbol y sosteniendo un megáfono, el presidente demócrata se dirigió a los obreros pertenecientes al sindicato de los Trabajadores del Automóvil Unidos (UAW), reconociendo los sacrificios que realizaron para salvar la industria en 2008.
Biden, quien está en campaña para su reelección en 2024, ha manifestado su apoyo a los trabajadores sindicalizados que se enfrentan a las tres principales empresas del sector: General Motors, Ford y Stellantis.
Los trabajadores esperaron con impaciencia la llegada del presidente frente a la entrada de la fábrica de Wayne, donde varios huelguistas mantenían un piquete, portando carteles que instaban a “salvar el sueño americano” y rodeando una fogata cerca de una tienda de campaña.
Este respaldo presidencial fue muy valorado por los trabajadores, como lo expresó Patrick Smaller, de 56 años, quien afirmó sentirse orgulloso de la visita de Biden y consideró que era un apoyo muy importante.
Tras su parada en una fábrica de Ford, el presidente se dirigió a las instalaciones de Stellantis en Belleville, no muy lejos de allí, donde un pequeño grupo de trabajadores lo esperaba con expectación.
La visita de Biden y su respaldo a los trabajadores sindicalizados envían un mensaje a las empresas de que cuentan con el apoyo del presidente, lo que podría acelerar un acuerdo en las negociaciones laborales, según Kristy Zometsky, una trabajadora de la fábrica de Stellantis.
El presidente Biden busca consolidar su posición como defensor de la clase obrera y los sindicatos, así como impulsor del resurgimiento de la industria estadounidense, especialmente en el ámbito de los vehículos eléctricos.
A pesar de las críticas sobre su estado físico, Biden reconoce la importancia de resolver el conflicto en la industria automotriz y asegura que los empleados deben beneficiarse de las ganancias récord de las empresas.
Su apoyo a los sindicatos es un pilar de su mandato, y el respaldo del UAW a su candidatura en 2020 fue crucial para ganar el estado de Michigan, que había votado por Trump en 2016.
El miércoles, el expresidente Donald Trump visitará Michigan en un intento de persuadir a los obreros para que lo respalden en su posible candidatura a la presidencia, lo que intensificará la competencia por el apoyo de los trabajadores sindicalizados en estados clave.