El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha respaldado de manera contundente la extradición de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “el Chapo” Guzmán, a Estados Unidos, afirmando que el proceso fue llevado a cabo de manera “completamente legal”. Estas declaraciones se producen como respuesta a las quejas presentadas por la defensa del narcotraficante.
López Obrador enfatizó que la Fiscalía General de la República es la entidad competente para tomar decisiones respecto a los términos y plazos de la extradición, y expresó su confianza en que el proceso se ajusta plenamente a lo que establece la ley.
Las acusaciones de la defensa de Ovidio Guzmán surgieron al argumentar que la extradición se realizó de manera irregular y que vulneró sus derechos fundamentales. Los abogados alegaron que su cliente no fue debidamente informado sobre la extradición y que no se respetó el plazo de 30 días para impugnar el acuerdo.
López Obrador subrayó que la notificación de la autorización de la extradición se efectuó el 13 de septiembre y que todos los procedimientos se llevaron a cabo dentro de los plazos establecidos por la ley.
Ovidio Guzmán, tras su extradición desde México, se declaró inocente de los cinco cargos que enfrenta en un tribunal de Chicago, Estados Unidos, que incluyen conspiración para distribuir drogas, participación en una empresa criminal y otros delitos relacionados con narcóticos y armas de fuego.
A pesar de los temores de posibles represalias violentas por parte del Cártel de Sinaloa después de la extradición, López Obrador confirmó su plan de asistir a la inauguración de una carretera en Badiraguato, lugar de origen de la organización criminal. El presidente argumentó que esta carretera es de gran importancia para las comunidades marginadas de la región.