El presidente de China, Xi Jinping, anunció en una reunión con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en Pekín, que las relaciones entre China y Venezuela serán fortalecidas y elevadas al nivel de una asociación estratégica de largo plazo. Esto representa el nivel más alto de relaciones diplomáticas chinas y solo un puñado de países, como Pakistán, Rusia y Bielorrusia, tienen este tipo de relación con China. Xi enfatizó el apoyo continuo de China a los esfuerzos de Venezuela para salvaguardar su soberanía nacional, dignidad y estabilidad social, así como su resistencia a la interferencia extranjera.
Además, Nicolás Maduro busca el respaldo de China para el ingreso de Venezuela como miembro de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), un grupo de economías emergentes. Maduro considera que los BRICS ampliados pueden ser un motor para acelerar la formación de un nuevo mundo de cooperación en el que el Sur Global tenga un papel importante.
La visita de Maduro a China reafirma la amistad entre ambos países, que se fortaleció durante la presidencia de Hugo Chávez. China ha sido uno de los principales aliados de Venezuela, y el país sudamericano ha recibido préstamos de China por valor de alrededor de 50 mil millones de dólares en la última década. Venezuela ha estado pagando esta deuda con envíos de petróleo, ya que posee grandes reservas de petróleo. Sin embargo, en 2019, una parte de la comunidad internacional reconoció a Juan Guaidó como presidente interino, lo que llevó a la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos y otros países. El gobierno de Biden mantiene la postura de no reconocer a Maduro como presidente y continúa aplicando sanciones.