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Casa Blanca descarta la idea de iniciar un Juicio Político contra Biden

La Casa Blanca ha rechazado la propuesta del republicano Kevin McCarthy de abrir un juicio político contra el presidente Joe Biden, calificándola como “extremismo político”. Además, se ha señalado que esta iniciativa no tiene posibilidades de prosperar en el Senado.

El portavoz del Ejecutivo, Ian Sams, expresó esta posición en X (anteriormente Twitter) después de la comparecencia de McCarthy. Este líder republicano ordenó a tres comités de la Cámara de Representantes iniciar investigaciones para obtener registros bancarios y otros documentos relacionados con el presidente demócrata Joe Biden y su hijo Hunter Biden.

En el caso de que esta investigación de juicio político avance, llegaría al Senado, que tiene la autoridad para llevar a cabo este tipo de procesos. Sin embargo, dado que el Senado está bajo control demócrata, las posibilidades de que tenga éxito son limitadas.

En los días previos, McCarthy había insinuado que llevaría a votación en la Cámara la apertura de esta investigación, pero como no tenía garantizado el respaldo de los conservadores moderados de su partido, finalmente tomó la decisión de manera unilateral. Ian Sams comentó en Twitter que McCarthy había cambiado de opinión después de haber prometido someter a votación la apertura del juicio político debido a la falta de apoyo.

Los republicanos han centrado su atención en las supuestas actividades comerciales de la familia Biden con “adversarios” del país, como China, aprovechando sus conexiones políticas. Según McCarthy, las diversas alegaciones al respecto son “creíbles y sugieren una cultura de corrupción”.

En su opinión, la familia Biden ha recibido un trato preferencial por parte de la Administración demócrata, un trato que, según él, no se habría proporcionado si no estuvieran relacionados con el actual presidente.

El portavoz del Ejecutivo contradijo esta versión, argumentando: “Los republicanos de la Cámara de Representantes han estado investigando al presidente durante 9 meses y no han encontrado evidencia de irregularidades. Sus propios miembros del Partido Republicano lo han afirmado”.