Claudia Sheinbaum, nacida en Ciudad de México y con 61 años de edad, ha emergido como la heredera del movimiento político forjado por Andrés Manuel López Obrador a lo largo de tres décadas. Esta exjefa de Gobierno de la Ciudad de México ha triunfado en la encuesta interna de Morena y ahora ostenta el título de candidata oficialista para competir en las elecciones presidenciales de 2024 y, en caso de obtener la victoria, ocupar la presidencia de México en el próximo sexenio. Su victoria en el proceso interno de Morena no fue una sorpresa, ya que la mayoría de las encuestas la respaldaban.
El reto principal que enfrenta Sheinbaum es llenar el vacío dejado por el carismático líder López Obrador y, al mismo tiempo, forjar su propio espacio político dentro del movimiento de izquierda. López Obrador ha anunciado su retirada de la vida pública una vez que concluya su mandato en septiembre de 2024, comprometiéndose a retirarse a su rancho y renunciando a toda participación política. Uno de los hitos destacados de López Obrador es haber allanado el camino para que, por primera vez, una mujer pueda aspirar a la presidencia de México.
Durante su mandato como jefa de Gobierno de Ciudad de México (2018-2023) y durante su campaña interna, Sheinbaum ha sido objeto de críticas que ponen en duda su independencia con respecto a López Obrador, insinuando que funcionaba como un mero canal para los deseos del líder. Ella, una científica con dos posgrados, ha defendido con firmeza que estas críticas son infundadas y, en su opinión, reflejan un sesgo misógino. Sheinbaum sostiene que las mujeres pueden liderar sin necesidad de depender de un hombre para tomar decisiones políticas.
La historia política de Sheinbaum está profundamente entrelazada con la de López Obrador. Colaboró con él como secretaria de Medio Ambiente en el gobierno de Ciudad de México y participó activamente en la resistencia civil tras las elecciones de 2006, cuando López Obrador aspiraba a la presidencia. Durante esta protesta, Sheinbaum destacó por su defensa de los recursos naturales y el petróleo, temas centrales en la narrativa del obradorismo.
En 2012, López Obrador propuso a Sheinbaum como posible colaboradora en su gobierno en caso de ganar las elecciones presidenciales. No obstante, tras la derrota de López Obrador ante el PRI, Sheinbaum regresó a la academia como investigadora. Más adelante, López Obrador fundó el partido Morena en 2014, y Sheinbaum se unió a esta formación política, participando activamente en su expansión.
Sheinbaum ocupó cargos importantes en el gobierno de Ciudad de México, incluyendo la alcaldía de Tlalpan en 2015. En 2018, se convirtió en la primera mujer elegida como jefa de Gobierno de la capital. Su mandato se caracterizó por políticas centradas en la movilidad sostenible, el apoyo a estudiantes de bajos recursos, la protección de minorías y la implementación de programas de formación extracurricular en áreas marginadas.
A pesar de los desafíos que enfrentó, como la gestión de la pandemia de COVID-19 y el colapso de una sección del sistema de metro de la ciudad, Sheinbaum mantuvo altos índices de aprobación durante su mandato.
El futuro político de Sheinbaum implica consolidar su liderazgo en Morena y continuar con las políticas de López Obrador, aunque también se destaca por su interés en promover las energías limpias y fortalecer el desarrollo científico y tecnológico, áreas que no han tenido un papel central en la administración actual. Sheinbaum se enfrenta a la tarea de ocupar un lugar destacado en la historia política de México mientras da sus propios pasos como líder en el ámbito nacional.
