Las autoridades están investigando una muerte ocurrida en el festival Burning Man en el desierto de Nevada, mientras que miles de personas se encuentran atrapadas en el lugar después de fuertes lluvias que inundaron la zona y crearon un lodo espeso. Las fuertes precipitaciones obligaron a las autoridades a cerrar la entrada y salida del festival, lo que dejó a más de 70,000 asistentes varados.
El área remota en el noroeste de Nevada recibió una cantidad de lluvia equivalente a la de 2 o 3 meses en tan solo 24 horas. Esto convirtió los terrenos secos del desierto en un lodo espeso que dificulta caminar o andar en bicicleta. Además, se pronostican más lluvias para la zona, lo que podría empeorar la situación.
Las condiciones climáticas han llevado a que las carreteras permanezcan cerradas y los vehículos queden atrapados en el barro. La Oficina de Administración de Tierras ha recomendado a las personas refugiarse en el lugar hasta que el terreno se seque lo suficiente como para permitir el tráfico seguro.
Las autoridades están investigando una muerte ocurrida durante estas condiciones climáticas extremas, aunque no se han proporcionado detalles públicos sobre la víctima ni las circunstancias de la muerte.
Se espera que el clima mejore en los próximos días, lo que permitiría la reapertura de las carreteras, pero la incertidumbre persiste sobre cuándo exactamente sucederá.
A pesar de las difíciles condiciones, algunos asistentes se mantienen positivos y han continuado mostrando creatividad y solidaridad en medio de la adversidad. La organización del festival está tomando medidas para proporcionar ayuda a las personas varadas, incluyendo la instalación de remolques de células móviles y la movilización de recursos médicos.
La comunidad de Burning Man, conocida por su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas, está demostrando su espíritu de apoyo mutuo mientras enfrenta este desafío climático.