En una decisión que ha generado polémica, Eugenio Hernández Flores, quien fuera exgobernador de Tamaulipas, ha sido puesto en libertad después de aproximadamente 6 años de estar bajo detención. Un juez federal ha concedido que continúe su proceso de extradición a Estados Unidos en libertad, lo que ha suscitado controversia y ha provocado una respuesta crítica por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).
Eugenio Hernández, afiliado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), salió del centro penitenciario estatal de Tenango del Valle, en el Estado de México, en un vehículo de lujo cuyo destino no se ha revelado. Su liberación se produce mientras enfrenta un proceso de extradición hacia Estados Unidos, donde se le acusa de haber participado en la creación de empresas ficticias en complicidad con su cuñado para sustraer fondos públicos del gobierno estatal, con un total de 300 millones de pesos, a través del sistema financiero estadounidense.
La FGR ha expresado su descontento respecto a la decisión del juez, describiéndola como una “garantía ilusoria” que coloca a Hernández en riesgo de escapar. Él está acusado de haber cometido delitos internacionales al desviar fondos públicos mexicanos. La FGR también recordó que desde enero de 2018, otro juez había aprobado su extradición a Estados Unidos, país que lo busca por cargos relacionados con lavado de dinero, fraude bancario y operación de embarcaciones sin licencia.
Esta situación ha provocado indignación y ha reavivado el debate en torno a la corrupción y la impunidad en el sistema judicial mexicano. La FGR ha anunciado que presentará un recurso de revisión en contra de esta decisión y ha cuestionado la liberación de un individuo buscado por las autoridades de otro país, argumentando que las demoras en el proceso de extradición han sido causadas por el propio Hernández y el juez encargado.