El último intento de Corea del Norte de poner en órbita un satélite de espionaje ha fracasado, según informes de medios estatales el jueves (24.08.2023). Esto sucede meses después de que un primer cohete se estrellara en el océano poco después de su lanzamiento.
El líder del país, Kim Jong-un, ha considerado el desarrollo de satélites de inteligencia como una prioridad para contrarrestar la creciente actividad de Estados Unidos en la región.
El intento de lanzamiento fue llevado a cabo por la Administración Nacional de Desarrollo Espacial y se realizó desde el Campo de Despegue Satelital de Sohae. Aunque el vuelo en las primeras dos fases del cohete fue normal, el lanzamiento falló debido a un error en el sistema de ignición de emergencia en la tercera fase del vuelo, según los medios estatales.
Joseph Dempsey, investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, explicó que el término “error en el sistema de ignición de emergencia” probablemente se refiere a la separación del satélite de la lanzadera.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur detectó el despegue, que tuvo lugar a las 03:50 locales y sobrevoló el espacio aéreo internacional sobre el mar Amarillo.
A pesar del fallo, Corea del Norte ha indicado que planea realizar un tercer intento en octubre después de estudiar el problema y tomar medidas para corregirlo.
El lanzamiento ha sido motivo de preocupación en la región, especialmente en Japón, que movilizó barcos militares y sistemas de defensa aérea ante la posibilidad de que el artefacto cayera en su territorio. Japón también denunció que Corea del Norte utilizó tecnología de misiles balísticos en el lanzamiento, lo que está prohibido por la ONU.
Este intento de lanzamiento se produce poco después de una cumbre entre los líderes de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, y coincide con ejercicios militares entre Corea del Sur y Estados Unidos conocidos como “Escudo de la Libertad de Ulchi”, que han sido interpretados como una amenaza por Corea del Norte.