Bien se dice que se aprende de todas las experiencias cando se perciben como parte de la vida. Así, desde la perspectiva de quien padece un encierro injusto la reacción por alcanzar la libertad no sólo se convierte en un anhelo que muere con la noche y florece al amanecer en las celdas de todos los reos, principalmente aquellos que fueron encerrados sin razón y, muchas veces, por motivos políticos.
José Manuel del Río Virgen, quien estuvo preso por la simple sospecha de ser el autor intelectual del asesinato de René Tovar Tovar, candidato a la presidencia municipal de Cazones, Veracruz, pudo darse cuenta de las injusticias que existían no sólo en el Penal de Pacho Viejo, donde estuvo recluido, sino en todo el país.
La causa es propia sin tintes protagónicos, ni objetivos políticos, menos aún partidistas porque creó un plan denominado Proyecto Inocencia que tiene como fin liberar a más de 3,500 presos que están recluidos por motivos de conciencia.
La estancia del secretario técnico del Senado de la República le ofreció la oportunidad de encabezar un movimiento que no sólo tenga que ver con Veracruz, donde el autoritarismo y la fabricación de delitos se convierte en una manera sucia de deshacerse de los enemigos políticos.
La utilización indiscriminada del delito de ultrajes a la autoridad fue utilizada hasta el cansancio en la tierra natal de Del Río Virgen, quien pudo conocer de frente y en carne propia la realidad de quienes fueron recluidos sólo por ocurrencias de algún poderoso de la casa de gobierno.
La idea es liberar a 3,500 reos de las cárceles veracruzanas, de un total 7,600, que viven, además en condiciones infrahumanas. Tarea sin duda titánica que deberá ser acompañada por quienes consideren que la libertad es un don preciado que debe identificar a todo ser humano. En esta tarea bien vale la pena la observación de la sociedad que debe tener conciencia sobre esa parte oscura de la población que muchas veces sin haber cometido delito alguno es maltratado como si se tratara de un animal.
De la Madrid Virgen tuvo la suerte de ser apoyado por su amigo, el senador Ricardo Monreal y, por esa causa, sólo estuvo preso 177 días, castigo en el que cada segundo es una tortura, pero debe tomarse en cuenta que fue un afortunado comparado con el resto de los recluidos en los diferentes penales del país.
A José Manuel del Río Virgen se le conoce como un político con ideas concretas y afiliado a Movimiento Ciudadano; sin embargo, esta tarea la realiza con la convicción de un ser humano íntegro que no incluirá en su tarea ideologías o proselitismo. Simplemente abordará la temática de la liberación de los presos políticos, con la ayuda de una treintena de pasantes de Derecho que apoyarán los procesos de liberación.
En las 289 cárceles que hay en México existen 92 mil 595 reos sujetos a proceso sin que a la fecha hayan recibido sentencia, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
El rezago del Poder Judicial en materia de presos sin sentencia es aberrante porque en las cárceles hay desde una persona que se robó un pan por hambre, hasta asesinos seriales, cuya peligrosidad o inocencia se pasea en los penales de México a lo largo y ancho del territorio nacional.
Es por ello que la sistematización que realiza José Manuel del Río Virgen se basa en tres ejes: liberar a inocentes, reformar el Código Penal y firmar convenios con los alumnos de las facultades de Derecho para que acompañen los expedientes y presencien audiencias, adquiriendo conocimientos y experiencia.
Las condenas erradas tienen causas como: mala integración de las carpetas por parte de las fiscalías, que esto ya es un problema del Poder Ejecutivo no del Judicial; detectar una mala defensa; conocer una ciencia forense inválida, saber si hay testigos falsos, entre otros.
La labor social de José Manuel del Río, es una reacción que debió mover de su confort a más de un líder social o un político con ganas de triunfar en las urnas; sin embargo, la postura del secretario técnico del Senado quiere que su tarea esté desprovista de partidos, políticos e ideologías para que no estorben ni politicen la nitidez de su proceso, cuya limpieza debe ser cristalina para que no se confunda con la solicitud de apoyo de masas o de reflectores en los medios.
Del Río Virgen ha dicho que tampoco quiere que esta labor que realiza con los procesos provoque expectativas políticas, personales ni partidistas, aunque su decisión ocurre en el marco de la liberación a medias, del ex líder estatal del PRD, en Veracruz, quien ahora purgará su condena, sin sentencia en su casa, luego de dos años y medio de estar preso.
Proyecto Inocencia, eso sí, sonará fuerte en todo el país, dadas las circunstancias en las que fue impulsado y los tiempos políticos que servirán de plataforma para que se den a conocer muchas de las malas condiciones de los presos, quienes en todo el sexenio no han sido atendidos y están recluidos sólo como una escoria humana, cuando de la rehabilitación dependerá la reducción de la inseguridad que existe en el país.
Los regímenes anteriores les arrebataron la elaboración de placas para automóviles, trabajo que los reos realizaban para obtener dinero y poder enviar recursos a sus casas; sin embargo, se prefirió dar dicha fabricación a empresas privadas, aunque daban, a su vez, moches a los funcionarios públicos.
Ahora, si siquiera eso ha sido restituido para que los reos tengan una manera digna de sobrevivir y seguir siendo útiles a la sociedad.
El proyecto de José Manuel del Río Virgen merece no sólo el apoyo de la sociedad sino el seguimiento permanente para que los ciudadanos sean protagonistas y testigos de un cambio real en las condiciones en las que viven los presos en México desde hace muchos años.
Corre y pega
La izquierda sigue ganando terreno en Latinoamérica ahora ganar las elecciones en Guatemala, Bernardo Arévalo, y la primer vuelta en Ecuador, Luisa González, cuyo triunfo definitivo deberá consolidar el próximo 15 de octubre.