La historia de Xallitic comenzó antes de su construcción en 1775, a petición del capitán de milicias Diego de Gorozpe. Desde entonces, ha sido un lugar emblemático caracterizado por su función social, servicio y convivencia, una tradición que se mantiene viva hasta la actualidad, más de dos siglos después. Este patrimonio cultural es una responsabilidad que debemos proteger y conservar para las generaciones futuras.
En el período del 16 de febrero al 16 de octubre de 1778, se erigió la infraestructura que transformó la barranca de Xallitic en un punto crucial de suministro de agua para espacios públicos como la Plaza del Rey, así como para el uso doméstico de las viviendas circundantes.
El cronista de la ciudad, Vicente Espino-Jara, relata que las cédulas reales que concedieron a Xalapa el estatus de Ayuntamiento explican que el nombre proviene de la voz Xalic-itic, que significa “Fuente o Manantial en la Arena”. Esta etimología añade un valor especial a este icónico barrio de la ciudad.
En los años entre 1895 y 1912, Xallitic ya destacaba como un espacio de interacción social y prestación de servicios a través de sus lavaderos públicos. En una etapa posterior, entre 1956 y 1962, la construcción de un puente sobre la barranca y el acceso escalonado a su plazuela lo convirtieron en el lugar perfecto para actividades artísticas, incluyendo la intervención mural del artista Francisco Salmerón Tinajero, quien creó la obra estilo códice “La ruta de Hernán Cortés”.
Además de su uso como espacio cultural, Xallitic ha sido escenario de eventos significativos como la representación de Hamlet dirigida por Guillermo Barclay, la filmación de películas como “Daño Colateral” (2000) y producciones universitarias, como el video viral en redes sociales “La llorona de Xallitic”.
La iniciativa de convivencia social llamada “Tardes de Xallitic”, organizada semanalmente por el Ayuntamiento de Xalapa, también ha mantenido su constante presencia en este emblemático lugar.
Con su rica historia y eventos relevantes, Xallitic se convierte en un Barrio Emblemático que pronto será oficialmente reconocido como el primer Barrio Mágico de Veracruz por la Secretaría de Turismo Federal. Este honor conlleva la responsabilidad colectiva de proteger y conservar este espacio público para garantizar su preservación durante los años venideros.