CAFÉ DE MAÑANA
Conocido también el PEF (Proyecto de Egresos de la Federación) como el Paquete Económico, y en donde se reúne el conjunto de proyectos de ley y reformas desde el Poder Ejecutivo a través de la SHCP y que entrega al Poder Legislativo, para cada año fiscal, en este caso para 2024 en materia hacendaria por cuanto hace a Ingresos y Egresos, y para que funcione y opere el sector público; o sea, el aparato gubernamental.
Lo anterior, inició desde marzo al publicarse los criterios a seguir, y en septiembre venidero lo entrega Hacienda y recibirá el Congreso de la Unión y también remitido al Senado, y que será aprobado el 15 de noviembre próximo para después publicarse.
Todo ese paquete es acompañado con anexos programáticos abordando los temas relevantes que corresponda, y ojalá incluya no sólo las más buenas intenciones sino conceptos para la reactivación de la economía en sectores como la salud en términos de medicamentos y su infraestructura hospitalaria, educación, entre otros, pero también en el rubro de la seguridad pública, procuración de justicia, administración de justicia, y obras públicas; más allá de las conocidas acciones emblemáticas del sexenio.
Y es que la sociedad espera que legisladores de ambos niveles – diputados federales, senadores y los servidores públicos que les corresponde atender los pasos para construir todo el universo del gasto público del año 2024 no quede corto- y así abatir la pobreza y compleja economía que en México se está padeciendo en forma severa en el contexto mundial.
No todo es militarización, pues se debe intensificar la inversión en municipios y estados dado que el PEF o Paquete Económico no sólo se reduce al Tren Maya o Dos Bocas. Ya de por sí los pronósticos de crecer en el 2024 no superan el 1.5 % y no basta con el optimismo de la SHCP o incluso del Banco de México.
Por lo pronto el día 8 de septiembre es la fecha límite del Poder Ejecutivo para presentar los proyectos de la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) y el Proyecto de Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) junto con los Criterios Generales de Política Económica, y similar ejercicio habrá de darse en nuestro H. Congreso del Estado de Veracruz.
Ya no hay margen, cinco años después, para que digan Servidores Públicos y Dependencias que pedirán aumento a sus presupuestos, el que sabe y aprendió; sabe y aprendió.
DE SOBREMESA
INSEGURIDAD PÚBLICA NO DEBE LLEGAR A LA INGOBERNABILIDAD
Durante muchos años se ha venido diciendo que la inseguridad en México obedece a la pobreza, la desigualdad, el desempleo y el bajo nivel de estudios en la población, pero la problemática indica que la versatilidad de hechos delictivos que han venido apareciendo y aumentando están llevando a las instituciones a un grado de mayor escala; la ingobernabilidad.
Y es que entre la corrupción y la negligencia en términos de gobernabilidad sólo hay un paso, o sea: “hay aptos y no aptos”, pues la inseguridad en el país se ha venido incrementando en todos sus tipos: personal, corporal, social, profesional, sexual, externa y relacional, y estos aspectos van más allá del enfoque de la Psicología Social, pues han venido alterando la armonía en todos los sectores de la comunidad en su conjunto, hechos ilegales que circulan entre la seguridad pública, procuración de justicia y administración de justicia.
Incluso, la autodefensa o defensa propia igual lleva al nacimiento de otro delito, de tal suerte que estamos en manos de las instituciones que velan por la tranquilidad de las personas, y en quienes debemos creer y exigirles.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
El camino de la concordia social no se construye con materiales que polarizan la convivencia, y es que esos elementos nocivos llegan incluso a la discordia empezando por el bullying político. Y dicho de otra forma, todos los actores políticos y públicos pueden competir, pero sin llegar a la falta de respeto, pues de ahí para arriba ya la lucha deja de ser leal.
UN LECHERO LIGHT DIVORCIADO
Uno de los jefes y superiores que he tenido dentro del sector público dice que todos en el Gobierno somos reemplazables -al menos en México- y la discusión radica desde su óptica en si somos repetibles o no, el sostiene que es igual.
Y justo cuando dejamos un puesto –de cualquier nivel– es posible que valgamos mucho más, pues la valía está en la persona como ser humano y no por la posición que da el trabajo.
En resumen, considero que el puesto y el valor lo tienen y da la persona, no el nivel del empleo.
¡ ES CUANTO !