El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, ha mencionado que la institución ha sido objeto de “críticas” por parte de aquellos que no comprenden su diversidad y autonomía. En este contexto, instó a “rechazar intereses externos y actitudes desestabilizadoras” durante el proceso de designación de su sucesor en noviembre.
Al dirigirse al Consejo Universitario (CU) en su despedida, Graue resaltó los logros más significativos de su gestión y advirtió que en el futuro seguirán surgiendo “voces que desearían influir en la forma en que la Universidad toma decisiones y se autogobierna”.
En el cierre del encuentro en la Antigua Escuela de Medicina, el rector anunció que esta podría ser “probablemente la última sesión del CU que tengo el privilegio de presidir en estos 8 años”.
Haciendo referencia a las críticas recibidas, el funcionario señaló: “Hemos escuchado críticas hacia la Universidad, su administración y el titular de la Rectoría. Son resultado de la falta de comprensión de nuestra diversidad y de nuestro compromiso con la verdad y el conocimiento”.
Graue considera a la Universidad como un lugar que almacena, procesa y comparte conocimientos; que rechaza la imposición de ideologías y promueve la diversidad; que considera inaceptable el engaño y la falta de integridad, y que tiene la determinación de seguir expandiéndose en libertad.
El rector expresó que el pleno ejercicio de estas libertades puede generar incomodidad en ocasiones, pero reafirmó que no se desviarán de su curso. De cara al proceso de relevo en la rectoría, cuya convocatoria se emitirá próximamente, llamó a la comunidad universitaria a actuar conforme a las normas establecidas, a rechazar influencias externas y perturbadoras, y a continuar nutriendo a la universidad como un crisol de conocimiento, diversidad ideológica y libertad.
En este contexto, Graue también sugirió que el período de consultas durante el proceso de sucesión podría ser extendido, con el objetivo de dar voz a un mayor número de miembros de la comunidad universitaria.
En cuanto a los avances académicos durante sus dos periodos al mando de la máxima casa de estudios, destacó que “la Universidad ha progresado significativamente”, abriendo 6 nuevas escuelas, 18 licenciaturas, una maestría, dos programas de doctorado y 23 especializaciones.
Además, señaló que durante esos 8 años, la matrícula pasó de 346,000 a casi 380,000 estudiantes en el próximo ciclo escolar, lo que equivale a la población de más de 10 universidades autónomas estatales. También enfatizó que desde 2015, cuando asumió el cargo, la UNAM ha ascendido del puesto 160 al 93 en el ranking de las mejores universidades del mundo.
Graue admitió que enfrentó “momentos difíciles” y que, en medio del entorno de impunidad, inseguridad y violencia, han respondido a la violencia con moderación y con la firme creencia de que la violencia no puede ser combatida con más violencia.
Haciendo referencia a los abusos de género, el rector indicó que en años recientes, las mujeres universitarias han denunciado la cultura patriarcal que afecta tanto a la sociedad como a la Universidad. Reconoció los esfuerzos por erradicar diversas formas de violencia en la institución y las expresiones de diversidad sexual. Aunque reconoció que queda un largo camino por recorrer, Graue elogió la manera en que la comunidad universitaria enfrentó retos como la pandemia de Covid-19 y los terremotos de años anteriores.
El Consejo Universitario también aprobó el Reglamento General para la Presentación y Aprobación de Planes y Programas de Estudio, con el objetivo de promover la excelencia académica y el compromiso social. También se revisaron informes de diversas comisiones y se otorgó el título de investigadores eméritos a varios miembros destacados de la comunidad universitaria.