Se han arrestado a seis sospechosos en relación con el asesinato del candidato presidencial en Ecuador, Fernando Villavicencio, quien había sido un crítico abierto de los vínculos entre el crimen organizado y las autoridades gubernamentales. El ataque tuvo lugar en Quito, donde Villavicencio fue baleado después de interactuar con simpatizantes jóvenes. El país se encuentra inmerso en una situación de violencia vinculada al narcotráfico.
El ministro del Interior de Ecuador, Juan Zapata, reveló que los sospechosos arrestados en relación con este magnicidio son ciudadanos colombianos, lo que agrega un nuevo giro a este trágico evento que ha sacudido al país.
Villavicencio, de 59 años, se encontraba en un puesto intermedio en las encuestas entre los ocho candidatos presidenciales. Destacó por sus denuncias sobre el crimen y la corrupción en el gobierno, lo que lo convirtió en una figura influyente en el ámbito político.
El asesinato de Villavicencio es el primero de un candidato presidencial en Ecuador y ocurrió pocos días antes de las elecciones, las cuales han estado marcadas por preocupaciones sobre la violencia relacionada con el narcotráfico. Además del candidato, una persona sospechosa falleció en un enfrentamiento posterior, mientras que nueve personas resultaron heridas.
El presidente Guillermo Lasso expresó su indignación por el asesinato y atribuyó el crimen al “crimen organizado”. Se informó que los atacantes lanzaron una granada como distracción durante su huida, aunque no detonó.
La violencia en Ecuador ha aumentado recientemente debido al crecimiento del narcotráfico y la colaboración entre carteles de drogas extranjeros y grupos locales, lo que ha resultado en un aumento de la violencia en el país. La tasa de homicidios se encuentra en niveles récord y la situación es cada vez más pública y atroz, con actos como coches bomba y asesinatos en las calles.
La muerte de Villavicencio representa un duro golpe para un país que ya enfrenta desafíos económicos, sociales y políticos. La elección presidencial en la que participaría Villavicencio está programada para el 20 de agosto, y si ningún candidato obtiene una mayoría clara, se llevará a cabo una segunda vuelta en octubre.
El presidente Lasso declaró un estado de excepción de 60 días a nivel nacional en respuesta al asesinato, lo que incluye restricciones a las libertades civiles y un despliegue de fuerzas de seguridad en todo el país. A pesar de la violencia, Lasso enfatizó que las elecciones se llevarán a cabo según lo programado.