El papa Francisco presidió un emocionante Vía Crucis en Lisboa, que logró congregar a una masiva multitud de más de 800 mil personas. El evento se llevó a cabo en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud 2023 (JMJ), en la cual fieles católicos de todo el mundo se dieron cita en la capital portuguesa para participar en las actividades lideradas por el pontífice.
Horas antes de la celebración, las calles del centro de Lisboa se llenaron de peregrinos que llegaban al parque Eduardo VII, rebautizado para la ocasión como “Colina del Encuentro”. A pesar de las medidas de seguridad y el corte del tránsito, los devotos llegaron caminando desde diferentes partes del mundo para esperar al papa.
El papa Francisco hizo su entrada al parque a bordo del papamóvil descubierto, permitiéndole acercarse a los fieles, recibir regalos y mantener breves conversaciones con algunos de ellos. En un momento inesperado, un compatriota argentino le ofreció una bebida de mate, a lo que el papa accedió, generando ovaciones y aplausos por parte de la multitud.
El recorrido del papamóvil por la avenida da Liberdade hasta la Baixa fue una estampa sin precedentes en Lisboa, con una marea humana que demostraba su entusiasmo y devoción. El papa Francisco, a lo largo del trayecto, se detuvo en diversas ocasiones para permitir que los jóvenes presentes pudieran tomar fotografías con sus teléfonos móviles.
La JMJ ha sido una experiencia significativa para los fieles católicos de todo el mundo que asistieron al evento. El papa Francisco ha logrado reunir a una multitud aún más grande que en su primer encuentro con los peregrinos en el parque. La Jornada concluirá con una misa en las afueras de Lisboa, en la que se espera la presencia de más de un millón de fieles. Durante el evento, el papa también tiene previsto visitar el santuario de Fátima, uno de los lugares más sagrados para los católicos en Portugal.
