El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que una nueva nube de polvo proveniente del desierto del Sahara llegó a México el sábado 15 de julio, algo que ocurre de manera común cada año. Este fenómeno se origina en la región del Sahel, en el desierto del Sahara, y suele suceder desde finales de la primavera hasta principios del otoño, cuando hay altas temperaturas y bajas presiones en el norte de África.
Según los análisis de modelos numéricos e imágenes de satélite, se prevé que esta nueva nube de polvo presente concentraciones bajas y pueda disiparse sobre la Península de Yucatán y las regiones del oriente, sur y sureste de México.
Además, se pronostica que otra extensa nube de polvo, que se desprendió de las costas noroccidentales de África y está cruzando el Océano Atlántico, llegue a la Península de Yucatán alrededor del 21 de julio. Esta nube se extenderá sobre el sureste del país y el Golfo de México con concentraciones de bajas a intermedias, lo que podría tener efectos más notorios.
Entre los efectos que el polvo del Sahara causa en México se encuentran los atardeceres y amaneceres con tonalidades rojizas debido a la dispersión de los rayos solares por las partículas de polvo. Asimismo, el viento cálido, seco y fuerte que trae consigo inhibe el desarrollo e intensificación de ciclones tropicales en el Océano Atlántico. Esta situación también provoca desprendimientos de aire cálido y polvo que viajan por el Océano Atlántico y luego se desplazan hacia el sureste de Estados Unidos de América.