Al estilo Mathey
· Pepe, Julen y Héctor creciendo
Cuando en un país tan dividido social y políticamente por sus propios gobernantes oficiales, llega el tiempo de los balances y las cuentas, surgen chispas tan peligrosas que en cualquier momento puede venir la explosión de consecuencias incalculables.
Pareciera que a esto querían llegar los respetables ganadores sexenales del poder en la elección de 2018; los que querían morenizar al país, como La Morenita de Guadalupe y acaso ese fue su mayor pecado.
En 2018 su mesías, perdón la comparación. como el flautista de Hamelin, embrujó al pueblo, pero ahora, casi al final de su sexenio lo desconcierta y juega a ignorar la realidad.
Ya jugaron, ya bailaron, ya les gustó la fiesta, se embriagaron, no quieren que ser acabe y tambaleantes parecen ignorar lo que hicieron y lo que no, no saber qué sigue.
Por otra parte, los periodistas, los más recurridos enlaces para la comunicación entre gobierno y pueblo, los más acreditados de credibilidad fueron absolutamente desacreditados sin prueba fehaciente de lo que se les acusó.
Obvio, se defendieron, reaccionaron y tienen a estos gobernantes como el boxeador que va arriba en las puntuaciones.
Hoy, casi llegamos al raund 15, al tiempo de las decisiones, todo indica que puede haber nocaut en la revancha del 24.
Por ello vienen las dudas, que si hay arreglo entre los jueces o no.
Pero ya no hay tiempo para más, cada equipo está al acecho.
Aquí en el estado pareciera que los favoritos están “groggis”, que no saben qué hacer, ni siquiera si van a tirar la toalla o arrebatan.
Y entre la chifladera del respetable aprovechan los retadores y se agigantan.
Se agigantan los aspirantes al relevo, sus seguidores se unifican y se ponen a un paso de apabullar “al campeón”.
No se puede concebir de otra manera ese tan sorpresivo como increíble encuentro amistoso de los aspirantes de partidos antes odiados entre sí, como Julen Rementería, del PAN y Héctor Yunes Landa, en desayuno con periodistas en el puerto jarocho y luego de ambos con Pepe Yunes, acá en Xalapa, el mero día del recordatorio de la Libertad de Expresión.
Esta celebración por cierto le pasó de noche al gobierno; o se le olvidó o…le valió.
¡Punto para Héctor, para Pepe y para Julen!, ¿o no?
Ora que hay que ponerse a trabajar. Pepe y Julen lo hacen con sus trincheras senatoriales. Héctor reactiva su agrupación de más de 20 años de edad, la reanima, la mueve por todo Veracruz auxiliado por seguidores y va dando la sorpresa.
Nomás en Papantla, el jueves de Corpus los voladores celebraban su día con una marcha desde el Pozo de la Cruz, atravesando el centro de la ciudad, regando incienso y tradiciones con música de tambora y flauta hasta lo más alto en el monumento al volador que les construyó el inolvidable Edmundo Martínez Zaleta.
Le dieron el Bastón de Mando a José Manuel del Río Virgen estrella de los presos políticos de este gobierno estatal, según comentaría y éste había invitado a Héctor.
Pues Del Río lo recibió con el tradicional toquido de la banda de viento, caminaron entre admirados totonacas y allá arriba dijo que Héctor es un valor veracruzano y le pedía diera “un paso adelante” y Héctor en su característico espíritu jovial, lo dio, adelantando el pie derecho en medio de insistentes aplausos.
Al día siguiente, tras atraso de dos horas en “la autopista de la muerte” Héctor logró llegar a Minatitlán a ofrecer una charla sobre temas electorales con la agrupación política “Concertación Veracruzana”, que creó Jorge Uscanga Escobar, acompañado de sus hijos Esaú, Presidente actual, y Denisse Uscanga en la que se afianzaron importantes acuerdos a futuro,
Finalmente, el domingo otro impresionante encuentro con amigos de la zona centro como el anfitrión Renato Alarcón.
Allí, como se advierte en las gráficas de Anita Luna, entregó merecido reconocimiento a don Valentín Casas Cortés, quien se mostró vivamente sorprendido y muy emocionado por el aplauso de más de doscientos asistentes de alto nivel. Ahí la lleva el choleño.
Y pues, no olvidar cuidar el agua y sembrar plantas. Ta cabrón el calor.
El autor es Premio Nacional de Periodismo