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«En la guerra y el amor todo se vale»

Por Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEÓN

Para nadie es un secreto que la legislación electoral se caracteriza por ser una de las más dinámicas debido a las experiencias y enseñanzas originadas en cada proceso electoral, tal condición es a causa de la intrínseca movilidad política en esos lances, al grueso contingente de actores políticos que lo protagonizan, y por supuesto a las características propias de tiempo y lugar. En esa tesitura cada proceso muestra experiencias diferentes. Sin embargo, no podemos soslayar que existen elementos de índole semejante a una variable dependiente que, como en las ciencias experimentales, están sujetas al influjo de las variables independientes, cual puede referirse a la condición humana, por ejemplo, siempre tan versátil.

Este exordio, o rodeo, nos lleva al caso específico del proceso electoral actualmente en marcha en Coahuila, donde los partidos Verde Ecologista y Partido del Trabajo sucumbieron a la presión ejercida desde altas esferas de poder y se retiran (“declinan”, lo visten como sofisma más ad hoc) del proceso electoral en aquella entidad norteña dejando en el desamparo a sus respectivos candidatos al gobierno del estado, Lenin Pérez y Ricardo Mejía, es decir, los “sacrifica” para privilegiar su alianza con Morena. Nada nuevo bajo el sol, porque como justamente ayer encabezó una de sus notas El Universal: “En la guerra, el amor y la campaña de Puebla todo se vale”. En estos casos se privilegia “lo más por lo menos”, así lo hemos podido comprobar en tiempos pasados con otros actores y partidos, justamente aquí en Xalapa aún es posible recordar la forma en cómo hace dos años Movimiento Ciudadano dio “cuerda” a Luis Sardiñas como su presunto precandidato a la alcaldía Xalapeña, y sin decirle “agua va” optó por otro candidato. No es gratuita la mala fama de los partidos y los políticos, un grueso expediente comprueba el por qué.

En cuanto a la “declinación” perversamente maquinada por el Verde y el PT al dejar a la deriva a sus respectivos abanderados, debemos entender que solo se busca un efecto mediático-electoral pues carece de implicaciones legales, ya que los votos depositados para esas siglas y sus candidatos no podrán incorporarse a favor del candidato de Morena.  Para concluir, con las experiencias derivadas de este proceso, volviendo a la dinámica legislativa electoral, vistas las experiencias de estos procesos, el legislador podrá recogerlas y proponer las reformas legales correspondientes, de tal manera de perfeccionar los métodos de nuestra democracia electoral. En cuanto a la naturaleza humana, una regulación normativa difícilmente garantizará cambios sustantivos.