El cáncer colorrectal es el cuarto tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado y la segunda causa de muerte por cáncer en los Estados Unidos.
Aunque suene preocupante, tenemos algo importante que explicar: el cáncer colorrectal es prevenible.
“Con un estilo de vida saludable y siguiendo las pautas de detección, puedes reducir tus probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal”, enfatiza la Dra. Anaum Maqsood, oncóloga médica gastrointestinal del Hospital Houston Methodist.
Aquí hay 10 factores importantes a considerar para ayudar a reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
1. Alcanza y mantén tu peso saludable
“La obesidad y el sobrepeso están asociados a un mayor riesgo de presentar varios tipos de cáncer, incluido el colorrectal”, advierte la especialista.
¿Qué es un peso saludable y qué se considera sobrepeso? La respuesta puede ser complicada. Un peso ideal es muy individualizado; no hay un número que aplique a todos.
Una herramienta imperfecta pero aún útil que los médicos usan para evaluar si el peso de alguien puede estar afectando su salud es el índice de masa corporal (IMC), una medida de la relación altura-peso de una persona.
Si tu IMC es superior a 25, podría ser una señal de que tienes sobrepeso. Un IMC de 30 o más es un signo de obesidad.
Es mejor evaluar estos aspectos con tu nutriólogo, quien te ayudará a comprender si tienes sobrepeso e incluso creará un plan para perder peso, en dado caso. Una vez que tengas un peso saludable, comer una dieta balanceada y hacer ejercicio con frecuencia te ayudará a mantener un rango ideal.
2. Come verduras y frutas
“La investigación es algo limitada, pero los estudios han demostrado que las dietas altas en plantas, incluidas las dietas vegetarianas y pescovegetarianas, están asociadas con un menor riesgo de cáncer colorrectal”, explica la doctora Maqsood.
No hay una respuesta clara de este hecho, pero no sería totalmente sorprendente. Las frutas y verduras contienen muchos nutrimentos beneficiosos, incluyendo fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y otros fitoquímicos.
Sin embargo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) mencionan que solo el 9% de los adultos comen suficientes frutas y verduras. Un consejo es tratar de llenar la mitad de tu plato con verduras o frutas en cada comida.
3. Limita tu consumo de alcohol
Además de sus consecuencias a corto plazo, el consumo de moderado a excesivo de alcohol, también se asocia a condiciones negativas de salud a largo plazo, como un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, y otros tipos de cáncer.
Si decides beber, no tomes más de una porción de alcohol por día. Aunque menos es mejor, por supuesto. La definición de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos de una porción es:
350 ml de cerveza 5% de volumen de alcohol
150 ml de vino 12% volumen de alcohol
30 ml de destilados de 80 grados
La cantidad de ABV (volumen de alcohol por sus siglas), se indica en las botellas. Cerciórate de verificar este número ya que algunas bebidas tienen porcentajes más altos que los mencionados anteriormente.
4. Come una dieta rica en fibra
“Sabemos que la fibra tiene muchos beneficios para la salud: brinda regularidad a los movimientos intestinales, promueve una buena salud intestinal y ayuda a controlar el peso, porque hace que nos sintamos llenos por más tiempo”, dice la doctora Maqsood del Hospital Houston Methodist. “Algunos estudios también han demostrado que la ingestión adecuada de fibra se asocia con un menor riesgo de cáncer colorrectal”.
Así como nuestras dietas carecen de frutas y verduras, solo el 5% de los hombres y el 9% de las mujeres comen suficiente fibra diariamente.
Para ayudar a reducir tu riesgo de cáncer colorrectal, y otras afecciones crónicas de salud, será importante obtener suficiente fibra todos los días.
5. Evita las carnes procesadas
“Muchos estudios han demostrado que comer mucha carne procesada aumenta el riesgo de cáncer colorrectal”, dice la doctora Maqsood.
Por esta razón, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) designó la carne procesada como “cancerígena”, por tener potencial de causar cáncer.
Las carnes procesadas incluyen embutidos, tocino y salchichas. Incluso los embutidos orgánicos o sin nitratos, aún se consideran carnes procesadas.
6. Limita la carne roja
“Además de la carne procesada, la carne roja también se asocia con un mayor riesgo de cáncer colorrectal”, agrega la especialista del Hospital Houston Methodist.
La carne roja no solo incluye la carne de res, por cierto. También incluye carne de cerdo, bisonte y venado.
En su lugar, elije proteínas animales más magras, como pollo o pescado, u opciones de proteínas de origen vegetal, como frijoles, lentejas, tofu, quinoa y garbanzos.
Si comes carne roja, ten en cuenta tus porciones. Y al prepararla considera que es mejor asarla en horno o hervirla, en lugar de ahumarla o asarla al carbón.
7. Aumentar la frecuencia e intensidad de la actividad física
La evidencia médica nos ha mostrado que el ejercicio ayuda a reducir el riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el colorrectal. Trata de hacer ejercicio al menos 30 minutos por día, cinco días a la semana. Cualquier combinación de actividad física que totalice 150 minutos a la semana es buena.
Cada actividad cuenta, desde el entrenamiento cardiovascular, y de fuerza, hasta las tareas domésticas, y el trabajo en el jardín. ¡Así que muévete!
8. Ten en cuenta los factores de riesgo del cáncer colorrectal
Otros factores de riesgo del cáncer colorrectal incluyen:
-Tener 50 años o más
-Antecedentes de consumo de alcohol y tabaco
-Tener sobrepeso y ser sedentario
-Comer una dieta baja en fibra
-Raza: Los afroamericanos tienen un riesgo mucho mayor
-Antecedentes personales de afecciones inflamatorias o gastrointestinales
-Antecedentes familiares de cáncer colorrectal
Si tienes un mayor riesgo, es recomendable empezar a ver a un especialista gastrointestinal, quien entenderá tu historial de salud, en caso de que comiences a experimentar problemas preocupantes.
9. Hazte pruebas de detección regulares de cáncer colorrectal a partir de los 45 años
Una de las maneras más efectivas de reducir tu riesgo es seguir las pautas de detección del cáncer colorrectal.
“Las pruebas de detección pueden ayudar a encontrar pólipos precancerosos antes de que se conviertan en cáncer o cuando todavía es un cáncer temprano, siendo más fácil de tratar”, dice la doctora Maqsood.
Las colonoscopias de detección generalmente comienzan a los 45 años y se realizan cada 10 años. Sin embargo, en casos de mayor riesgo, tu médico puede recomendar las colonoscopias de detección antes y hacerlas con más frecuencia.
10. Conoce con antelación las razones para una detección
Habla con tu médico para evaluar si debes comenzar a hacerte pruebas de detección antes de los 45 años, en estos casos:
-Enfermedad inflamatoria intestinal (EII), como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa
-Antecedentes familiares o cáncer colorrectal
-Antecedentes personales de pólipos colorrectales
-Ciertos síndromes genéticos, como la poliposis adenomatosa familiar (PAF) o el cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (síndrome de Lynch)