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Muertos Vivos

Por Juan Iván Salomón

CUENTOS, MITOS Y TRADICIONES

El día 15 de este mes se cumplió un aniversario más del trágico deceso de Pedro Infante, uno de los ídolos artísticos más grandes de México y es curioso cómo muchas personas inventan las más inverosímiles historias de los personajes célebres:

–Pedro Infante no murió al estrellarse la avioneta que piloteaba en la ciudad de Mérida. Está vivo y anda cantando en fiestas y ferias de pequeños poblados de la provincia, disfrazado porque le quedó desfigurado el rostro por el accidente  –comentan algunas personas.

–Oye, murió en 1957, tendría ahorita más de 100 años de edad –revira Yaretzi–, es imposible que siga vivo y cantando.

Y viene a la mente otro rumor más reciente del vulgo:

–El senador y exgobernador Fernando Gutiérrez Barrios no murió al ser operado del corazón en el año 2000. Simuló su muerte y vive tranquilamente en Cuba –afirma un amigo.

–¿Y por qué habría fingido su muerte? –le pregunta Yaretzi–, es absurdo.

–Porque sabía muchas cosas y al perder el PRI la presidencia, lo iban a encarcelar e interrogar. Prefirió pedir asilo en secreto a su amigo Fidel Castro.

Y aquí les va otra audaz afirmación:

–El que está preso en Estados Unidos no es el Chapo Guzmán. Es su doble. No se hubiera dejado agarrar tan fácilmente. Es muy listo.

Entre enfadada y burlona, Yaretzi López estalló:

–Con esta gansada sí se volaron la barda. Sin comentarios y ya párenle por fis. Je, je, je.

“CAMINAR EN AUTO” 

Este imberbe reportero se solazaba la semana pasada por la tunda que el maestro Sergio González Levet dio en su columna a redactores de boletines oficiales que no saben utilizar la coma, cuando de repente irrumpió la colega Yaretzi López, desternillándose de risa porque el tío Alfredo Bielma detectó un gazapo en esta columna de mitos, cuentos y tradiciones:

–“Ahora aprendí que se puede caminar no solo a pie, también en auto” –expresó Bielma en tono burlón refiriéndose a la columneja de la semana pasada en la cual narramos el caso de un edificio en ruinas, de la colonia Revolución de Xalapa. 

Perdón por este lapsus calami. Je, je, je.

ZENTELLA, ZENTELLA, ZENTELLA…

Nos encontrábamos junto a nuestro padrino Pepe Valencia cuando una amiga suya se le acercó y, a guisa de saludo, le dijo al oído:

–Te vas a ir al infierno por lo que escribes en tu novela Zentella. Acabo de terminar de leerlo. Está buena, pero…

Yaretzi y este escribidor apenas pedimos este libro en Amazon y lo recibiremos dentro esta semana. Veremos qué tal está. Lo importante es que parte de las regalías serán para apoyar a niños con cáncer y personas con VIH. 

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