Columnistas

El poder en México solo dura 6 años, a veces menos

Por: José Luis Enríquez Ambell

CAFÉ DE MAÑANA

El asunto de Osorio Chong parece no ser sólo político partidista, sino legal.
El poder político en México no dura más de 6 años y a veces hasta menos. “El poder político – al menos aquí – sólo dura hasta que se acaba”, le oí decir con una fina ironía a un personaje de la izquierda y vida nacional en una plática que dió en un curso taller de trabajo al que asistí en la Cdmx.
La remoción de Miguel Angel Osorio Chong de la Coordinación del GLPRI en el Senado de la República, parece haber sido planeado más allá del Diputado Alito Moreno, Presidente del CEN-PRI -y creo que no acabará ahí- y presumo que dilatará arterias del cuerpo del priismo, pero en especial de quien fuera secretario de Gobernación con el Presidente Enrique Peña Nieto, y además, a personajes de su entorno.
La salida del Senador pone en la cuerda floja a poderosos colaboradores que gozaron del poder en tiempos de SEGOB y no hace mucho tiempo se dijo que desde la FGR ya se construían caminos legales contra casi 20 cercanos al hidalguense, y hasta se deslizó que serían acusados del presunto desvío de recursos por 2,500 millones de pesos.
Algunos medios nacionales llegaron a mencionar a Frida Martínez Zamora, exsecretaria general de la Policía Federal; el exsecretario de Seguridad Ciudadana capitalina, Jesús Orta; así como Jorge Márquez Montes, exoficial mayor de la Secretaría de Gobernación, por presuntos desvíos a través de la compra de aviones, helicópteros y patrullas a sobreprecios, así como a la simulación de adquisiciones. 
En especial el poblano Jorge Márquez, tejió redes más allá de sus funciones.
Algunos ex servidores públicos ligados a Osorio Chong, se sabe, atienden varios Procedimientos de Responsabilidades Administrativas (PRA) que les inició la Secretaría de la Función Pública (SFP),  soportados en información que los órganos internos de control y evaluación  aportaron desde la entrega recepción en 2018 y esto mismo lo han cruzado coninconsistencias en el patrimonio de todos ellos.
Sin duda el poder no dura más de 6 años en México, o no ?
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
El colosismo y los colosistas desde la pérdida del malogrado candidato presidencial en 1994 Luis Donaldo Colosio Murrieta, desaprovecharon la oportunidad de participar en el cambio y la transformación del País que desde entonces visualizaba el sonorense.
Todos o casi todos, se diluyeron entre algunos cargos menores y la nostalgia por haber perdido a su líder y con el la oportunidad de dirigir el destino de México. Nadie retomó ese liderazgo por la razón que sea.
Las celebraciones por el fallecimiento  de Luis Donaldo a casi tres décadas, muchos sólo las han utilizado para aparecer, pero de aquel impacto y dolor por el suceso en Lomas Taurinas, han pasado al olvido; amigos, colaboradores y aliados, no todos, pero sí la mayoría. Yquizá hubo presiones o represiones, pero muy poco o casi nada hicieron por esclarecer el asesinato.
Quizá por miedo, coraje, impotencia o incertidumbre, en fin, pero nadie se acordó de ir más allá de Mario Aburto, el autor material y asesino confesó del carismático político norteño.
DE SOBREMESA
Agustín Francisco Basave Benítez y Francisco Alfonso Durazo Montaño, creo que son a la fecha -visiblemente- los dos personajes que han tratado de continuar el pensamiento de quien fuera su amigo y jefe político Luis Donaldo Colosio.
UN CAFÉ PARA LLEVAR
Pocos recuerdan que un veracruzano distinguido y reconocido como fue Don Juan Maldonado Pereda, era delegado del CEN – PRI en Baja California cuando asesinaron a Colosio, pero ésta es otra historia.
¡ ES CUANTO !
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