Uncategorized

Habrá continuismo, AMLO dixit

Por Alfredo Bielma Villanueva

En su discurso para conmemorar un aniversario más de la expropiación petrolera, y este con un significativo y muy acentuado tufo electoral, el presidente López Obrador expresó que “habrá continuismo” en la implementación de lo que considera un nuevo proyecto de nación. No fue nada críptico, pues seguramente las “corcholatas” allí presentes habrán dado la lectura correspondiente al elocuente gesto, también muy revelador de dejar solo a tres precandidatos la oportunidad de sucederlo en el cargo en caso de ganar MoReNa la elección de 2024, porque no hay otra forma de interpretar la presencia de Sheinbaum, Adán López y Ebrard en el presídium con la evidente exclusión de Monreal y Fernández Noroña. Porque entre continuismo y continuidad, pese a al parecido semántico, existe notable diferencia, y en este caso muy marcada. Aparte del mensaje inherente de su contenido, uno de los precandidatos habrá asumido que el presidente ya se “destapó”, es decir, adoptó el camino de “fuera máscaras”. Porque “Continuismo” conlleva un significado de más de lo mismo, de una fiel secuencia de lo que ahora se está llevando a cabo, “sin cambiarle ni una coma”; es muy diferente al de continuidad, pues este se acompaña con la posibilidad de hacer variantes en el trayecto de las acciones con propósito de no incurrir en situaciones disruptivas. Desde este enfoque, es posible que en lo sucesivo los descorchados enfaticen en su discurso la copia fiel de su actual jefe, dos ya lo hacen con estilo muy personalizado, así se aprecia a simple vista, solo para confirmar que existe una primera opción y esta va escoltada por el Plan “B”- Desde 1994 ningún presidente ha logrado cristalizar su inclinación por un sucesor a modo: a Salinas la muerte de Colosio le distorsionó su sucesión; Zedillo escogió a Labastida y perdió la elección; Fox quería a Creel pero se le atravesó Calderón; a Calderón, su partido, le puso a Josefina Vázquez Mota; Peña Nieto se vio obligado a postular un candidato “externo”, José Antonio Meade. ¿López Obrador romperá el maleficio? En noviembre de este año vamos a saberlo y en junio de 2024 podríamos confirmarlo.