El gobierno de Estados Unidos, dio a conocer el 24 de febrero, que implementarán nuevas sanciones en contra de Rusia, justo en el primer aniversario de la invasión por parte del país soviético a Ucrania.
La decisión del gobierno norteamericano es porque buscarán reducir el acceso de Moscú a tecnología estratégica de semiconductores. Las medidas se impartirán a otros países que apoyan a los esfuerzos bélicos de Rusia, sobre todo en Europa y Asia. Las sanciones afectan a sectores como la banca así como a las fuerzas armadas.
Estas no son las primeras medidas restrictivas hacia el gobierno de Vladimir Putin, ya que en los últimos doce meses se le han impuesto sanciones a dicho país, sobre todo en el sector financiero.
La Casa Blanca dijo que buscarán golpear también los sectores de defensa y alta tecnología de Rusia, además de poner en marcha medidas para frustrar los intentos de eludir las sanciones que ya están en vigor.
Estas no serán las únicas medidas nuevas por parte de Estados Unidos, ya que su Departamento de Comercio de también impondrá controles de exportación a cerca de 90 empresas rusas y de terceros países, incluyendo China, «por participar en actividades de elusión de sanciones y de sustitución en apoyo del sector de defensa ruso», dijo la Casa Blanca.
A las empresas que son objeto de las sanciones se les prohibirá: «comprar artículos, como semiconductores, ya sean fabricados en Estados Unidos o con ciertas tecnologías o programas informáticos estadounidenses en el extranjero», dijo el gobierno de Estados Unidos.
El sector ruso de los metales y las minas también se encuentra en el punto de mira de las sanciones económicas por el gobierno norteamericano.
«Las medidas «implicarán un aumento en los aranceles para más de 100 metales, minerales y productos químicos rusos por un valor de unos 2.800 millones de dólares para Rusia» anunció la Casa Blanca.
Esto también aumentará significativamente los costos del aluminio que fue fundido» en Rusia para entrar en el mercado estadounidense, precisó la Casa Blanca.