Por Ángel Álvaro Peña
Mientras haya quien conserve los vicios del pasado seguirán estando presente esos errores, esto es lo que sucede en oficinas de gobierno donde lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no acaba de morir. Esto sucede en diferentes oficinas de gobierno donde mandos medios, con capacidad de decisión, impiden transformar algunas dependencias del actual gobierno.
Este es el caso de la Secretaría de Gobernación cuyo espíritu de cambio había sufrido una inercia que no permitía una dinámica mayor que la acostumbrada por la burocracia de los viejos tiempos. Su actual titular en año y medio de gestión, ha logrado erradicar vicios y poner a tiempo el reloj de la política interna de México, prueba de ello es lo que se ha logrado con el Mecanismo de Protección Para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, donde por fin existe la conciencia de que la vida de los comunicadores está en sus manos.
Los trabajos del Mecanismo deberán estar encaminados a la prevención de las agresiones a los periodistas, no sólo de los homicidios sino de amenazas, y todo tipo de violencia contra los comunicadores, lo saben y han iniciado un proceso de cambio dentro del Mecanismo que, si bien todavía no lo logran, realizan un esfuerzo para lograrlo.
Por ejemplo, no se había sabido que los escoltas asignados a algún periodista le hayan salvado la vida. Como sucedió en Cancún, Quintana Roo, con el compañero Rubén Darío Cruz Hernández, reportero del periódico Por Esto, quien salió ileso luego de un atentado de un comando.
Darío Cruz era un periodista desplazado de Veracruz, y se encuentra bajo la protección del gobierno federal por anteriores amenazas y actos que han atentado contra su vida en los últimos años.
El periodista aclara que fue un escolta del Mecanismo quien disparó su arma al percatarse del hombre armado que se acercó a ellos, después de una aparente persecución que terminó en las inmediaciones del penal de Cancún, a un kilómetro de las instalaciones del diario donde labora.
Cruz inició su actividad periodística hace 12 años en el extinto Diario del Sur, en Acayucan, Veracruz. Hace seis años tuvo que trasladarse a Cancún luego de las amenazas que sufrió en Veracruz donde los actos de violencia contra periodistas son comunes.
Anteriormente, el Mecanismo, perteneciente a la Secretaría de Gobernación, ni siquiera era capaz de otorgar la protección básica, porque por lo menos la mitad de los periodistas muertos estaban inscritos en el Mecanismo, y a quienes estaban inscritos les regateaban hasta la gasolina de los vehículos. Para otorgar un vehículo, cuyo uso es plenamente justificado, tardan años en otorgarlo, muchas veces debía interponerse un amparo para lograrlo.
La Junta de Gobierno del Mecanismo, estaba integrada todavía hace año y medio por funcionarios de la administración anterior, donde todavía quedan algunos, que se encargaba de regatear los derechos de los defensores de los derechos humanos y los periodistas, de ahí los homicidios imperdonables de estos burócratas que les importaba más la austeridad que se confundía con la consigna opositora.
Cuando los mandos medios y en algunos casos los superiores, permanecen dentro de la administración pública con la orden de pagar la factura a los funcionarios que les dieron el empleo, y reciben órdenes que se parecen más al sabotaje contra la 4T que a la responsabilidad para la que fueron contratados.
Los mandos que se anquilosaron, aparentemente discretos pero efectivos, se convierten en un peligro para el desarrollo de la transformación como sucede en la Termoeléctrica Adolfo López Mateos, de Tuxpan, Veracruz, donde la gente que se quedó, de administraciones anteriores, hace equipo con quienes intentan sabotear el trabajo de Manuel Bartlett, quien ha demostrado un gran interés en beneficio de la población.
La politización de los problemas sociales no debe ocurrir, pero ante la ausencia de propuestas propias, la oposición se ha montado en accidentes que en lugar de contribuir a su solución o mitigar las consecuencias, toma como banderas la desgracia ajena, aunque se trate de víctimas mortales.
La presencia de personas de administraciones anteriores en espacios de decisiones y responsabilidades públicas contribuye, en gran medida, a que los problemas del país no se arreglen satisfactoriamente y sin importar las consecuencias, puedan tener elementos de crítica al actual gobierno, como si los errores fueran intencionales o por negligencia.
Ahí está el caso del Metro, donde tantos accidentes, tan continuos, luego de años de haber funcionado perfectamente, mueve a pensar que se trata de incidentes planeados por contrincantes, ya sea incrustados en el sindicato de trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, cuyo liderazgo es priísta, o por simple consigna de la oposición, se provocan accidentes que pueden costar la vida de muchas personas, que es lo que esperan algunos para culpar al gobierno federal. Aunque no se descarta el fuego amigo. Así se las gastan.
Ya se abusó de las quejas de los periodistas asesinados, su continuidad traspasó nuestras fronteras y los voceros de los partidos de oposición convocaron a pronunciarse a organismos internacionales con el objetivo de desgastar y señalar, en lugar de contribuir al bienestar del país el sabotaje pareciera ser la única estrategia política de algunos que no miden consecuencias.
En el Mecanismo de Protección Para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, entendieron que la burocratización que condujo a varias muertes de comunicadores, debió tener como posibles causas, la austeridad, el regateo de protección, la negligencia, la lentitud de soluciones, la rigidez de requisitos, etc.
Debieron pasar cuatro años para darse cuenta de que el enemigo estaba dentro de las oficinas de la transformación cuya única función era detenerla, evitarla, sabotearla. Las acciones estaban bien establecidas y radican en la filtración de información, la lentitud de resoluciones, la negación de servicios, la imposición de trámites innecesarios, entre otras muchas trabas que hacen del trabajo de la burocracia una trinchera política que debe ser estudiada, investigada y sancionada.
PEGA Y CORRE
El líder nacional del PAN inicia su campaña Comité Azul Migrante con la visita de un prófugo de la justicia mexicana, Ricardo Anaya, en Dallas, Texas. acusado de delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa. En ese mismo país se lleva a cabo el proceso penal de otro panista, Genaro García Luna, acusado de uso indebido de atribuciones y facultades, asociación delictuosa, enriquecimiento ilícito, introducción ilegal de armamento en el caso ‘Rápido y Furioso’, narcotráfico y vínculos con el cártel de Sinaloa.