Con el lanzamiento de la candidatura de Ricardo Mejía Berdeja, el Partido del Trabajo establece un grave precedente en la coalición partidista que ha venido sosteniendo con MoReNa. Con esta separación eventual, se mandan señales de diferente lectura al partido en el gobierno, que pudieran ser relativos a un reajuste en la configuración de las fuerzas partidistas entre MoReNa-PT y el Verde Ecologista, el que por cierto ya jugó por separado en SLP el año pasado. No solo esos signos están revelándose en los prolegómenos del proceso electoral de Coahuila, también se está evidenciando la endeble condición del método de consulta para escoger candidatos en MoReNa, siempre a causa del “sospechosismo” que suscita, pues previamente fue objeto del rotundo rechazo e inconformidad de Porfirio Muñoz Ledo cuando compitió para la dirigencia partidista y fue “vencido” por Mario Delgado, en una consulta cuyos resultados fueron impugnados por el “perdedor” cofundador de MoReNa, por cierto ya proscrito y defenestrado desde la elite del poder y convertido en duro crítico del gobierno. No solo Muñoz Ledo, también Gibrán Ramírez, un destacado politólogo que también compitió por la dirigencia de MoReNa ha dado un severo viraje documentalmente comprobado en sus colaboraciones periodísticas en Milenio. No son los únicos actores políticos apartados ya del proyecto de MoRena, a esa larga lista se agrega ahora Mejía Berdeja apenas días después de dejar el importante cargo de Subsecretario de Seguridad Ciudadana. Por si no bastaran esos síntomas disruptivos, ocasionados cuando el gobierno federal inicia su cuarto año de gestión, ahora, en abrupta aparición, el presidente de la Jucopo de la Cámara de diputados, Ignacio Mier, recomienda a Mario Delgado “ya empiece, sin hipocresías, a expresar libremente que todos los que aspiren que se registren, y yo no diría que solamente son cuatro, pueden ser cinco o seis ¿no?”, con ánimo de incluir entre los aspirantes presidenciales a Gerardo Fernández Noroña. Trabajo adicional para el presidente López Obrador, que acercándose al ocaso de su mandato tendrá que decidir la candidatura de su partido para sucederlo en la boleta electoral de 2024, con el añadido de que Marcelo Ebrard ya ha propuesto que la consulta se lleve a cabo a través de empresas particulares bien acreditadas. Esperen programas, decía el clásico, porque en la vorágine de los acontecimientos políticos, sociales y económicos, nada escapa a la posibilidad de sucesos no imaginados.
En política, cercano el ocaso la lealtad se quebranta
Por Alfredo Bielma Villanueva