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¡¡ Ranas del mismo charco…!!

Por Alfonso Mora Chama

Espacio 13

*Diferente al cuento de hadas de los hermanos Grinm, “príncipe rana”

*Coaliciones de partidos con las mugrosas manos de dirigencias

*Sin estructura interna, menos ideología propia y definida…

“Que en sus campañas los candidatos que vienen se mocharán con el regalo de reyes”. Tengan fe.

Croa, cro, croa… como en los cuentos de hadas que nos dieron a leer en la primaria en mi entrañable colegio “Vasco de Quiroga” de Teocelo, de autores varios pero en mi mente queda el de los hermanos Grinm, alemanes, que se refiere al “príncipe rana”, sentenciado a vivir encantado – de estar hechizado, no contento, aclaro – en un manantial bajo un viejo tilo en ese bosque grande y escuro junto al palacio del Rey, por una bruja malvada que sabía que solamente una princesa podría desencantarlo y sacarlo del agua… y cuando se acerca el tiempo de las elecciones, en donde todos mascan clavos y los bajan con gasolina, cuando el más calvo se pinta de rayita y la dama más endemoniada es hermana de la caridad, recuerdo el dicho de un viejo líder petrolero oponente al sindicato petrolero de la sección 10 de Sebastián Guzmán Cabrera, precisamente en Minatitlán…son ranas del mismo charco.

Ahora le escribo después de que grupos políticos de los diferentes partidos se reúnen y dicen que para ganar es necesario participar en alianza, y en aquel año de 1988 cuando coaligaban para lanzar candidaturas de elección popular, cuatro partidos, PPS, PMS, PARM y PFCRN apoyando al ingeniero Cuaujtémoc Cárdenas, practicaron con las coaliciones sin los éxitos esperados, bien por la apatía ciudadana, bien por los viejos sistemas amañados de la autoridad electoral, continuando con las calificadas coaliciones en tres tipos, las electorales, las parlamentarias y las de gobierno…predominaban las parlamentarias.

De acuerdo a las encuestas y charlas con gente de la política, grupos de poder y columnistas de este tema, conste, no con políticos en el olvido o en la banca que escriben, casi siempre lo que les sucedió a ellos…y resulta que las alianzas o coaliciones no prosperan en los resultados debido a que los candidatos vienen siendo las mismas ranas y en el mismo charco, sin ideología definida, sin estatutos propios y sin estructura que no sea la improvisada y con improvisados… mezcla de ideología que no lleva a ningún fin, solamente el que buscan los eternos del poder, llevando en alianza a la chusma de los partidos, los enanos y chiquillada de un proceso electoral seguramente con cabeza a Morena, PAN, MC y PRI…fuerzas políticas mayores y de cola a las menores.

Aparecen nombres, quizás a temprana hora pero en la política los tiempos son como el que llevan los cobradores de Coppel, rapidísimo y así nos llegan personajes como un Pepe Yunes, Héctor Yunes, uno de Perote y el otro de Soledad de Doblado, Ricardo Ahued, Jules Rementería, Gutiérrez Luna; a diputaciones locales, Adrián González Naveda, Edson Corona, Sofia Viveros, Linda Rubí, Abundio Morales Rosas, con la fe puesta en encabezar las coaliciones.

Podría ayudar a detectar a los partidos que pedirán encabezar y

conducir las alianzas de acuerdo a sus estructuras internas, a sus programas y principios y hasta su ideología, sin embargo, todo se estrella en los intereses de grupos y negociaciones que la militancia ignora y así ha sucedido en este México entre la lucha de la derecha y la izquierda dentro de una relación histórica determinada por la independencia y el imperio de Iturbide, Leyes de Reforma e incluso las seis ocasiones que el xalapeño Santa Ana gobernó a nuestro país, la primera en 1833 y la última en 1847… citaremos las otras cuatro veces, pues total fue el mejor vendedor de México, de 1833 al 35, 1839 de 1841 a 1842 y en 1844… sin proyecto nacional y sin modelo político se rompió la coalición…

Lo bueno que el autor del “príncipe rana”, por cierto también creador de La Cenicienta, obligado a citar más la violencia que lo erótico, solamente diciendo que la rana se acostó con la princesa y amaneció como príncipe, lo mismo de la Cenicienta y su novio el príncipe Henry, dejando a la imaginación, pues sí, decíamos que lo bueno que el príncipe rana no se quedó con la pelota de oro que la princesa había perdido en el manantial…

Si hubiese sido un político…