- Permaneció 10 días con ventilación mecánica; no presenta secuelas.
- El paciente es beneficiario del Seguro de Salud para Estudiantes.
Gracias al trabajo de especialistas del Hospital General de Zona (HGZ) No. 36 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coatzacoalcos, Veracruz, José Antonio, un joven de 17 años, superó una crisis epiléptica incontrolable que puso en riesgo su vida.
La coordinadora del servicio de Pediatría del HGZ No. 36, doctora Samantha Estudillo Alarcón, explicó que Antonio llegó con una crisis convulsiva sin antecedente previo de este trastorno cerebral, complicándose a un estatus epiléptico súper refractario.
“Fue un caso muy grave. Cuando llegó prácticamente las crisis convulsivas no se controlaron con los medicamentos; esos casos en las escalas lo llamamos estatus epiléptico súper refractario. Aparte de medicamentos controlados que se utilizan para la sedación, tuvimos que hacer sinergia con otros para la sedoanalgesia y poder mantenerlo sin ninguna crisis”, detalló la especialista.
Se trata de un estatus epiléptico súper refractario cuando el paciente no responde al tratamiento médico y, al continuar en un estado epiléptico durante 24 horas o más, el porcentaje de que el paciente pierda la vida es elevado.
Ya que Toño, como le llama su familia y el personal IMSS, estudia el quinto semestre de preparatoria en bachillerato público es beneficiario del Seguro de Salud para Estudiantes y de esta manera tuvo acceso a la atención médica del Instituto.
El joven llegó al servicio de Urgencias, donde fue valorado y se determinó que era necesaria su hospitalización, estancia que duró un mes, del cual una semana y media necesitó ventilación mecánica, además de otros procesos invasivos, como colocación de catéter, sondas, vigilancia más estrictica, además de ser sometido a varios estudios y tratamiento hasta que despertó sin crisis convulsivas.
La doctora Estudillo Alarcón explicó que, al ser convulsiones continuas y de larga duración, se corría el riesgo de tener secuelas neurológicas. Sin embargo, tras despertar, se le realizaron estudios que descartaron evidencia de este tipo de lesiones, luego de las acciones realizadas por el equipo de Pediatría.
Él desempeña y realiza sus actividades diarias y continúa en vigilancia médica en el HGZ No. 36, así como en el Centro Médico Nacional (CMN) “Siglo XXI”, en la Ciudad de México.
La señora Erika “N”, mamá de Toño, detalló que el episodio inició en la escuela, donde lo auxiliaron y llevaron a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 69, para posteriormente trasladarlo de urgencia, en ambulancia del IMSS, al HGZ No. 36.
“A los dos días de ingresar mi hijo estaba mejor, pero después comenzó nuevamente con las crisis, estaba muy mal, tanto que me hablaron de una intubación. Al inicio tuve miedo, pero finalmente acepté. Su estado de salud no mejoraba, fue necesario ponerle catéter, no había muchas esperanzas para él”, recordó.
La señora Erika reconoció la atención oportuna y acertada que recibió Toño por parte del personal médico: “recuerdo que los médicos, residentes y enfermeras entraban y salían de su cuarto, fueron momentos muy difíciles, pero a pesar de tener mínimas esperanzas de vida no dejaron de luchar por él. Las y los pediatras Samantha Estudillo Alarcón, Araceli King Galindo, Irene Montero Cruz, Erick Limón Rodríguez, Alberto Urbina Gutiérrez, así como al coordinador vespertino, doctor Armando Rendón, las enfermeras y hasta los vigilantes, nunca nos dejaron”.
Toño recupera poco a poco su vida normal, conforme evoluciona favorablemente su estado de salud tras esos días de angustia, de los que queda su gratitud hacía el personal de todas las categorías que estuvieron al pendiente de él y que hoy lo saludan con afecto.
“Estoy muy agradecido por todo lo que hicieron por mí, además del apoyo que estuvieron dándole a mi familia; gracias por la atención que me dieron durante y después del proceso. Muchas gracias, los quiero mucho”, concluyó Toño.