El sugerente encabezado es debido a la frecuente alusión referida a que en nuestro país la democracia acaba de instalarse a partir de 2018, tal afirmación, debe entenderse, es para uso proselitista porque, en verdad, acceder de lleno a la condición de un estado democrático es producto de un proceso largo, que por lo accidentado de su trayecto dificulta ponerle inicio y fin, punto de partida y meta. Pero, si entendemos como democracia la oportunidad ciudadana de convivir en un mundo donde las leyes imperan, se respeta la libertad de expresión y el sufragio para el relevo de las autoridades es efectivo, entonces debemos admitir que el camino ha siso intermitente y la meta se alarga en la medida del perfeccionismo democrático. Con la creación del IFE y su consolidación a través de legislaciones electorales acordes con las circunstancias logramos alcanzar la democracia electoral y ahora arañamos la posibilidad de acceder a una democracia participativa, siempre, claro, al amparo de las leyes y las instituciones que lo permiten. El camino ha sido largo y la lucha por la democracia plena de ortigas, en ese trance podemos destacar tres grandes eventos electorales: 1- cuando el general Juan Andrew Almazán y sus seguidores formaron el Partido Revolucionario de Unificación Nacional (PRUN) en 1939 para participar electoralmente en la sucesión del presidente Cárdenas quien había escogido al general Manuel Ávila Camacho como candidato del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) para la elección de 1940. Según los reportes de esa época Almazán fue muy competitivo pero la elección la ganó el PRM, fue todo un acontecimiento porque reflejó la diversidad política imperante en esos tiempos. 2- Otro evento destacable fue el de 1952, cuando la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano postuló al general Miguel Henríquez Guzmán, con el fuerte apoyo de elementos cardenistas (Mújica entre ellos) inyectándole vigorosos refuerzos convirtiendo la escena electoral en arena política de cruentos enfrentamientos el día de elección de julio de aquel año. Ganó el PRI y don Adolfo Ruiz Cortines fue el presidente. Después de esa fecha el PRI cobró hegemonía casi absoluta, aunque las circunstancias obligaron a los sucesivos gobiernos a formular reformas electorales que sirvieron de válvulas de escape a la presión política generada por grupos de opositores cada vez más organizados. La Reforma Política de 1977 alivió las tensiones y dio mayor beligerancia a grupos opositores. 3- Con ese marco normativo llegamos a la elección de 1988, cuyo preámbulo histórico fue la formación de la Corriente Democrática al interior del PRI, encabezada por Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, César Buenrostro, Leonel Durán, etc., también contaron con el apoyo “virtual” de Carlos Tello, Rodolfo González Guevara, Enrique González Pedrero, entre otros que no se atrevieron a cruzar el Rubicón y quedaron el el redil. Esta Corriente Democrática se manifestó en el Consejo Extraordinario Nacional del PRI celebrado en mayo de 1986 donde expusieron su inconformidad contra el modelo económico neoliberal implementado por el gobierno de los “tecnócratas”. Apenas terminando en 1986 su periodo al frente del gobierno de Michoacán, Cuauhtémoc Cárdenas se incorporó a esta CD, lo cual fue pretexto para que el 10 de octubre de 1987 fuera expulsado del PRI y con la evolución de los hechos se convirtiera en candidato opositor a la presidencia de la república encabezando el Frente Democrático Nacional (FDN), candidateado por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, un partido “palero” del PRI, como análogamente desempeña ahora ese papel el Partido Verde Ecologista. Esto es solo una apretada síntesis, pero la lucha por la democracia en nuestro país ha sido ardua, aunque finalmente bien coronada porque así logramos ya tres alternancias en lo que va de nuestro siglo. Gracias a la experiencia ganada en ese largo proceso y a instituciones como el IFE, el INE y el Tribunal Electoral Federal, instituciones autónomas y confiables, hemos tenido relevos gubernamentales por la vía de las leyes, ojalá así continuemos.
¿Cuándo empezó la democracia en México?
Por: Alfredo Bielma Villanueva