Espacio Ciudadano.
“Un ser humano adicto a la inactividad es como un árbol muerto…”
Sentencia Oriental
Del 25 al 27 del mes de noviembre, la Generación normalista “Piratas” (1957 – 1962) celebró su sexagésimo aniversario de haber egresado de la centenaria y Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rebsamen”, efectuando una serie de eventos culturales, protocolarios, sociales y recreativos. El viernes 25, en el cinema “Carmela Rey” del Hotel Xalapa, se llevó a cabo un programa literario–musical y una cena de bienvenida en el salón Gobernadores; el sábado 26, después del desayuno, se programó la ceremonia religiosa y el depósito de la ofrenda floral en el monumento a Rebsamen en las instalaciones de la BENV, culminando la jornada matutina con la foto general y panorámica del recuerdo. Ya por la noche se escenificó la Cena de Gala con la presencia de los soberanos piratescos, con la ceremonia de la realeza y con la actividad dancística de los integrantes enjundiosos del “clan de la juventud acumulada”. El domingo 27 fue el desayuno de la despedida, donde se tomaron acuerdos para la próxima convivencia anual.
Merece destacarse que en la Revista Musical del viernes 25, en el ámbito del cinema “Carmela Rey”, intervinieron los colegas artistas de las ciudades de Veracruz y Xalapa –de manera comprometida y magistral- actuando, leyendo, bailando, improvisando o declamando, con la aprobación, alegría y beneplácito del público asistente. Dichos contemporáneos nos hicieron recordar épocas mágicas de nuestra juventud, tanto en las aulas de nuestro insigne plantel como en los momentos y festejos del carnaval xalapeño o durante las jornadas culturales-deportivas de la Semana del Estudiante Normalista. Ahí, en ese espacio y día, se reconoció el esfuerzo, entrega, creatividad y liderazgo de los compañeros Alberto Peña, Catalina Gutiérrez y José Tejeda. Por otra parte, el sábado 26, en la ofrenda floral al gran educador suizo Enrique C. Rebsamen, se destacó que nuestra generación egresa en 1962, cuando la Escuela Normal tenía 76 años de funcionamiento. Actualmente, en este 2022, la benemérita institución formadora de docentes cumple 136 años de labor humanística y didáctica, sin dejar de omitir que Veracruz en las postrimerías del siglo XIX fue el faro pedagógico nacional y que maestros rebsamenianos ejercieron la noble labor magisterial en todo el país y además fundaron algunas escuelas normales.
A lo largo de los años y quinquenios, los más de 440 docentes de la citada Generación ofrendaron su afán de servicio, habilidades y capacidades para encauzar a la niñez y a la juventud de la Entidad jarocha, tanto en el medio rural como en el ámbito urbano. Dichos docentes, en una regular proporción, se siguieron preparando y se desempeñaron posteriormente como profesores especialistas, catedráticos, asesores o investigadores técnico-académicos, directivos, autores de textos y guías didácticos en los diversos niveles formativos; algunos se hicieron acreedores a distinciones y alcanzaron niveles de excelencia (maestrías y doctorados), no faltando colegas que operaron como autoridades educativas o accedieron a cargos sindicales y de elección popular. Los Piratas, a lo largo de su trayectoria profesional, han celebrado sus aniversarios de egreso en diversas localidades de nuestro Estado, desde Tantoyuca y Chicontepec hasta Coatzacoalcos, pasando por Tuxpan, Poza Rica, Orizaba, Córdoba, Huatusco, Veracruz, Boca del Río, Alvarado, Xalapa y Catemaco. También desde hace ya un buen tiempo han organizado excursiones por diferentes lugares de la República, admirando las bellezas naturales, arquitectónicas y culturales del sureste, sitios históricos del centro del país y del noreste, sin dejar de lado espacios de ensueño del Pacífico y del noreste de la Nación. Podríamos decir al respecto que todavía “tenemos cuerda para rato” y que al igual que los cerros todavía reverdecemos y transpiramos clorofila de buena calidad.
Hace siete años, en el 2015 y en el marco del 53 aniversario de nuestro contingente filibustero, externé que resulta reconfortante que aun cuando ya muchos de nosotros rebasamos las siete décadas y media de vida, proseguimos en nuestros senderos de realizaciones. Si bien no estamos al frente de un grupo o de una institución, somos un referente importante en nuestro núcleo familiar, pues nuestros descendientes acuden a nosotros para un consejo u orientación oportuna y los nietos anhelan nuestra sombra protectora. A pesar de nuestras limitaciones físicas seguimos con atención el desarrollo de los acontecimientos nacionales y dejamos constancia de nuestra presencia con nuestras opiniones, escritos, manifestaciones cívicas o con nuestros votos razonados y autónomos. Es de suponerse que estamos todos a favor de un México más justo y democrático, donde sean erradicados paulatinamente la violencia, la corrupción y la impunidad. Como seres de la tercera edad demandamos, entre otras cosas, una sociedad participativa y vigorosa, donde el Estado esté al servicio de la comunidad nacional, donde impere una genuina ética republicana, donde sean abolidos los privilegios fiscales, donde el agro y las industrias sean debidamente apoyados y donde los medios escritos y electrónicos formen y no deformen o manipulen a nuestros compatriotas.
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Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga.