PIENSO, LUEGO ESCRIBO
Por Akiles Boy*
Las conversaciones sobre el futbol, el deporte más popular de este planeta, se han vuelto tan polémicas y diversas como la política, la religión y el sexo, así, que es mejor no adentrarse ni detenerse mucho tiempo en esos pantanosos terrenos. Expertos e intelectuales ya se han ocupado del tema, recogiendo la percepción de cada grupo social, donde es un factor esencial de la cultura como en Brasil y Argentina, en los cuales también es un producto de exportación y generación de divisas para las economías locales.
La importancia del futbol, desde el siglo pasado trascendió de los canchas al sector de los negocios, hasta convertirlo en un espectáculo que seduce a millones de fanáticos y seguidores en el mundo. Hombres visionarios de pantalón largo, fundaron la Federación Internacional de Futbol Asociación FIFA (1904), vieron la oportunidad, encontraron esa redituable mina, cambiaron la ruta de este deporte y lo hicieron atractivo para las masas. A nadie sorprende que esa organización tenga más países afiliados que la misma Organización de las Naciones Unidas ONU.
Pero en el camino de la expansión mundial, el futbol corrió la suerte de muchas actividades humanas, paulatinamente fue contagiado de corrupción y cayó en manos de corporativos o grupos empresariales, que lo vieron como un campo inmejorable para las inversiones, Eso sucedió en las principales Ligas de Europa, Asía y América.
Para la tercera década del siglo XXI, el negocio del futbol sigue floreciente y causando el mismo impacto social, a pesar del decepcionante aroma que han dejado las acusaciones de prácticas ilegales o turbias en algunas Federaciones Nacionales, incluso los escándalos de corrupción en la misma FIFA. Aún hay más, hoy es más visible la participación de grupos de poder económico, que dominan a placer ese territorio, de tal manera, que los Gobiernos no se entrometen o consienten, voluntariamente o no, su organización y operación discrecional o independiente.
Viendo el asunto, en nuestra aldea futbolera, las principales televisoras privadas, grandes inversoras en el negocio, se encargaron desde hace bastantes años, con la complacencia o complicidad de los directivos de la Federación Mexicana de Futbol FMF y la Comisión Nacional del Deporte CONADE, de acotar y manejar a su antojo y conveniencia los destinos del futbol nacional, casi en todas las categorías, profesional y amateur.
Por ese motivo, ante los reiterados fracasos en competencias de alto rendimiento, como las Olimpiadas y los Campeonatos Mundiales de Futbol, son inútiles las quejas y reclamos de la afición y los analistas. También estar rasgándonos las vestiduras, al evaluar la actuación de la selección nacional en el actual torneo de Qatar, así como, emitir conclusiones cargadas de pasión o enojo. En cada justa internacional se nos revela el nivel y condición de nuestros deportistas. La verdad amigos lectores, comprobada con los resultados, es que en términos generales, el deporte en México se estancó hace tiempo. No ha evolucionado al mismo ritmo que en otras naciones. Eso pasa por el futbol profesional. Tenemos una Liga MX mediocre, secuestrada por Federativos sin escrúpulos y corporativos ambiciosos, que siempre han privilegiado las ganancias a costa del desarrollo deportivo de los jóvenes mexicanos. Una desalentadora realidad que se repite en otras facetas de la vida nacional como la cultura. Hasta cuándo seguirá este desgarriate¿ Nos encontramos en la próxima.
28 de Noviembre de 2022
*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.
*Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura, A.C.