El pasado 22 de septiembre un juez federal otorgó la suspensión definitiva a cuatro de las 24 concesiones mineras concedidas por la Secretaría de Economía en los municipios de Actopan y Alto Lucero en Veracruz.
Esto, en respuesta al amparo interpuesto el pasado 25 de agosto por habitantes de dichas comunidades quienes consideran seriamente vulnerados sus derechos humanos a la vida digna, a un medio ambiente sano, al acceso al agua y a la participación en la toma de decisiones por la existencia de las concesiones mineras y con ella, la posibilidad latente de realización de esta actividad extractiva.
Las actividades mineras en esta región representan graves afectaciones que ponen en riesgo el proyecto de vida de las comunidades, la cual está basada en el manejo de múltiples ecosistemas y en los beneficios ambientales que éstos proporcionan.
Mediante un comunicado, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), informa que eso presenta una violación a su derecho colectivo de seguir siendo quienes son y quieren ser como comunidades y familias.
La minería también es una amenaza al derecho al agua, ya que debido a la explotación de los recursos hídricos que requiere, deja a las comunidades en una situación de extrema vulnerabilidad ante la crisis hídrica y climática existente.
Respecto de las 20 concesiones restantes que también forman parte de este distrito minero, las autoridades judiciales aún están por pronunciarse; sin embargo, se espera que en las próximas semanas se suspendan también sus efectos, permitiendo salvaguardar los derechos de las comunidades al evitar que se produzcan daños irreparables en esta región.
Por su parte, la Secretaría de Economía presentó diversos recursos de revisión ante las cuatro suspensiones otorgadas (con los números 216694, 224414, 224416 y 243938), mismos que aún están sin resolverse.
El distrito minero presenta un riesgo inaceptable para la población adyacente por la cercanía con la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde, el paso de líneas eléctricas de alta tensión, los ductos que transportan hidrocarburos y los eventos meteorológicos típicos de las zonas costeras.
Esta industria extractiva tendría un impacto irreversible en la integridad de los socioecosistemas costeros únicos dónde se encuentran plantas endémicas milenarias y una zona de tránsito de aves rapaces.