Dicen los enterados del affaire senatorial en el cual se discutió la aprobación o rechazo de la iniciativa gubernamental para alargar la permanencia del ejército auxiliando en materia de seguridad pública de 2024 a 2028, que MoReNa estuvo a solo tres votos para alcanzar la aprobación de esa iniciativa, aunque por no completar los requeridos decidió dar un paso atrás y devolver el dictamen a las Comisiones correspondientes. Después, hemos sido testigos de la gran algarabía con la que el bloque opositor festejó su eventual “victoria” legislativa. Sin embargo, quienes conocen bien los vericuetos legislativos también refieren que algunos senadores del bloque opositor ya habían sido “convencidos” de deponer su actitud opositora sobre este tema, lo cual explica la pírrica diferencia de solo tres votos para impedir la aprobación. El festejo ha sido lúdicamente celebrado, aunque en realidad la risa de ahora pudiera ser opacada por la enorme carcajada haciendo honor al “quien ríe al último ríe mejor”, en caso del éxito de las “negociaciones” implementadas en la Secretaría de Gobernación. Interesantes momentos son los actuales, sale pus y exhibe las escorias y son definitorios, de recomposición de fuerzas rumbo al 2024, de saber si la oposición consigue salir ilesa de este pugnaz trance para así conservar la oportunidad de mostrarse competitiva, si ocurre lo contrario, entonces la suerte estará definitivamente echada a favor de MoReNa, con la consiguiente consolidación del proyecto de la CuartaT. Por el momento, en el caso de la multicitada iniciativa presidencial discutida en el senado aún tendremos que aguardar los plazos legislativos, después ya tendremos oportunidad de saber a cuál de los grupos en pugna corresponde tronar los cohetes y al otro recoger las varas. Tiempos y circunstancias, la muy celebrada frase de Ortega Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias y si no las supero estoy perdido”, que en su caso así resultó pues memorable autor quedó atrapado en sus circunstancias al no poder diluir entre sus contemporáneos en España la idea de haberse retractado de su convicción republicana exiliándose en Alemania cuando iniciaba el fragor contra la República por parte de Franco, apoyado en milicias enviadas por Mussolini y Hitler. Con las debidas reservas a las proporciones de tiempo y lugar, tal sería el caso de Alito y demás tránsfugas que aparezcan en este interesante periodo de definiciones, pues históricamente serán víctimas de sus propias circunstancias.
«Venció la oposición» ¿de verdad?
Por: Alfredo Bielma Villanueva