Opinión
Político veracruzano que ocupó la presidencia municipal del municipio que es originario, Perote, a los 29 años. Desde entonces en los diferentes cargos públicos que ha ocupado, tanto a nivel municipal, estatal y federal, siempre ha mantenido un comportamiento de congruencia tanto hacia el partido al que siempre ha pertenecido, el Revolucionario Institucional, como a los principios éticos y políticos que desde el inició de su carrera política mostró.
El actual legislador federal por el Distrito IX, con cabecera en Perote, quién es conocido no solamente entre sus allegados, sino también entre los habitantes del Distrito que representa como Pepe, ha tenido que enfrentar durante los últimos 25 años de todo lo que cualquier persona que abrace como actividad profesional la política.
Desde acciones de un gran apoyo no solamente de sus partidarios, sino también de su partido, hasta traiciones de quien en un momento dado pudiera considerarse, aunque en política, es muy difícil no analizarlo así, de quien menos lo podría esperar.
Pero pese a todo lo sucedido a lo largo de estos años, Pepe Yunes, ex candidato a la gubernatura del Estado de Veracruz en el 2018, por su partido el PRI, no ha cambiado su comportamiento tanto personal hacia sus simpatizantes y amigos, como en lo concerniente a lo político.
Continúa siendo un político sereno y caballeroso, actitudes que seguramente se deben a su sólida preparación académica en el campo de la administración pública (ITAM y Universidad de Columbia, EU) y también a la experiencia política obtenida en los diferentes cargos de representación popular que ha desempañado, representando a los veracruzanos y Veracruz.
Es por lo anterior que no debe de extrañar su comportamiento al votar en la sesión del pasado miércoles 14 del presente mes, en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, siendo uno de los dos legisladores del Revolucionario Institucional, de un total de 66 que emitieron su voto en contra de pasar a la Guardia Nacional de ser un equipamiento civil, a la Secretaría de la Defensa Nacional, para que esta a partir de que sea aprobada la reforma constitucional, quede bajo la tutela del Ejército.
Voto qué de haber sido en sentido positivo por parte de Yunes Zorrilla, solamente habría coadyuvado a acelerar la militarización no solamente de las fuerzas policíacas, sino lamentablemente de todo el país.
En un momento dado se puede pensar que el voto de no apoyo a la militarización de México por parte del ex dirigente del PRI de Veracruz, es poca cosa, pues es solamente un voto en contra de los 335 que obtuvo el Movimiento de Regeneración Nacional y sus partidos rémoras, pero independientemente del valor que numéricamente puede tener el voto de Yunes Zorrilla, lo que también se debe de tomar en cuenta aquí, es el valor ético de la acción, que hable de quien es quien voto.
Por el momento, al respecto aún no está todo definido, pues falta la discusión en la Cámara de Senadores y el panorama no está muy sencillo que digamos. Pero el que sí parece tiene algo ya muy definido es el traidor “Alito”. Pues todo indica que no solamente no participará en la alianza Va por México y es muy probable su salida del tricolor, lo que no le debe preocupar mucho, pues se sabe que ya Andrés Manuel le prometió la embajada de Guatemala, no por la importancia que esta tiene en las relaciones con el gobierno de la cuarta transformación, sino porque queda muy cerca de Chiapas y así podrá cuidar muy de cerca las propiedades que tiene y todos sus bienes, a “Alito” le va a ir muy bien. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el martes.