El senador Ricardo Monreal en lucha por su sobrevivencia política mide sus tiempos de acuerdo a las circunstancias, y estas le indican, lo sabe, que al momento si se ocasiona su ruptura con MORENA su permanencia al frente de la Junta de Coordinación Política del senado estará en juego, y fuera de esa posición estratégica su condición política dará un giro drástico, incluyendo las tradicionales deserciones de “amigos” que se mantienen en su entorno por su militancia en MORENA y la Jefatura de la JUCOPO. En base a tal premisa es de suponerse que MONREAL declara y se mueve en la lógica ´de su estrategia para conseguir su objetivo, que obviamente no debe ser la candidatura de MoReNa a la presidencia según le dirá su experiencia en estas lides, en las cuales está curtido como para esperar que el líder real de este partido cambie súbitamente de parecer. Por razones inherentes al pensamiento de López Obrador respecto a Ricardo Monreal, éste no fue incluido entre los favoritos a la sucesión, y de entre los escogidos es probable que Ebrard haya entrado con calzador para alcanzar la categoría de “corcholata” presidencial, y aunque su actual posición en el gabinete le auspicia medios para promocionarse y jala reflectores, es posible advertir que en la escala de estimación no supera ni a Claudia Sheinbaum ni a Adán Augusto López. Con este horizonte al frente, a Ricardo Monreal no queda sino alargar su permanencia al frente de la JUCOPO y mantener su militancia morenista, pero insistiendo en señalar su desacuerdo con el método de las encuestas para designar candidaturas a cargos de elección popular; sin embargo, debe estar convencido de la inalterable voluntad de López Obrador sobre ese tema. De acuerdo a ese contexto ¿cuál pudiera ser el destino político inmediato de Monreal? No falta quien recuerda la capacidad negociadora de Monreal y que llegado el momento buscaría “negociar” la candidatura a la Jefatura de la CDMX, no obstante, encontraría fuerte resistencia de los “duros” de Morena, prestos a apoyar a Martí Batres quien está armando su estructura electoral desde la Secretaría de Gobierno de la cual es titular y López Obrador ya lo “sacrificó” en 2018 cuando la apaciguó para favorecer a Claudia. Por ese entorno, a Monreal tiene la disyuntiva, o se queda en Morena tragando sapos, lo cual es poco probable, o permanece en ese partido haciendo señalamientos de inconformidad para después emigrar y dispararlos desde otras trincheras.
Ricardo Monreal, entre la JUCOPO y su destino político
Por Alfredo Bielma Villanueva