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Nada, nada…

Por Alfonso Mora Chama

Espacio 13

¡¡ Esto es de huevos… !!

*Que la depresión y el clima frío y poca luz, solo son pretextos para quienes consumen alcohol

*En Mazazotinpan, se aumentaría el costo de la bebida para que no la compraran…

*Las propuestas de salud y mejor vida las organizan ellos mismos, fuera de programas de gobierno

“Los pueblos viven dentro del vicio y las visiones, porque así lo permiten”

–          Segunda y última parte  –

Manolo Fernández Ruiz, guarda orgullosamente las anécdotas de los encuestadores de salud en la comunidad de Mazazontipan, Ayahualulco. Cuando encargado de fomento educativo en el cuatrienio de Abundio Morales Rosas, Impresionados por la organización de los comuneros, de las familias en sus propios programas de salud y deporte, de los niños que no saben de celulares ni métodos cibernéticos que los abrumen y distraigan, dedicados ellos, los pequeños y jóvenes, al estudio y al cultivo de la tierra, prosperando en la siembra de papa y de haba, de la penca de maguey en donde graban los nombres – nosotros lo hicimos en una gigantesca penca – hacen trizas y resquebrajan las teorías de la misma Organización Mundial de la Salud, en un estudio basado, que si vives en un clima frío y con poca luz, es probable que se consuma más alcohol.

   Y agregaría uno de sus científicos médicos que el consumo de alcohol se relaciona con la depresión y tiende a ser más frecuente cuando se tiene clima frío y la luz solar es escasa y el doctor Peter McCann, asesor médico del hospital Castle Craig, una clínica residencial de rehabilitación de drogas y alcohol de Escocia, asegura que él tiene nuevas pruebas de que el clima y en particular la temperatura y la cantidad de luz solar, influye mucho, demasiado en la cantidad de alcohol que se consume… es decir, los estudios de la OMS demuestran de manera sistemática que a nivel global en las zonas más frías -Mazazontipan, una de ellas – y en las que tienen menos sol, consumen más alcohol y por lo tanto sufren más de cirrosis alcohólica…

–          En Mazazontipan, su gente, resume todo esto, en cortas palabras:

“nada, nada, es asunto de huevos”.

Efectivamente, es orden y disciplina, tan difícil de imponer pero que a la larga se obtienen excelentes resultados, sin estos factores, no hay trabajo serio. Hubo la necesidad en Mazazontipan, cierto, pero se ha logrado sabiendo que el exceso en el consumo de alcohol y el clima, puede existir esa posibilidad que tiene la gente de desarrollar una enfermedad hepática, y muy peligrosa como la cirrosis que puede acabar en insuficiencia hepática y en la muerte… “tendríamos muchas viudas y huérfanos fáciles y en todo eso se ha pensado, en Mazazontipan.

Con Abundio Morales Rosas, continuando con su hermano Filiberto, como alcaldes en sus respectivos gobiernos de Ayahualulco, siguieron de cerca los programas propios de la gente de Mazazontipan, y Manolo Fernández Ruiz, de Los Altos, estuvo siempre atento en este ordenamiento local y atendiendo a los médicos guatemaltecos, encuestadores para saber qué comunidades sufren de alcoholismo siendo que, Mazazontipan acaparó la atención de los médicos visitantes colocándolo en un primer lugar en el estado de Veracruz… y esto nos hace recordar hace algunos años, los vivimos como reportero, más exactos en 1976, las investigaciones sobre las acciones públicas en la sierra de Zongolica, gobierno estatal de Rafael Hernández Ochoa, punto insoslayable para abordar las políticas públicas y las acciones dirigidas a sectores de esa zona, cuando el zafarrancho en Tehuipango… en ese entonces el municipio más pobre de todo México…

   Por una parte, la indiferencia de los gobiernos, estatal y federal, por la otra el exceso de alcohol en Zongolica, cierto es, diferentes formas de desarrollo al de Mazazontipan, distintas creencias y costumbres, en desventaja siempre frente a la sociedad, moldearon los esquemas… el cacicazgo en Zongolica y el sonado y aburrido tema del “indio borracho e ignorante”, el severo juicio moral de la sociedad respecto al comportamiento de la población indígena y las circunstancias del consumo de bebidas alcohólicas, que llevaron a la matanza de campesinos en Tehuipango y todo esto, quiérase o no, en Mazazontipan, sirvió de ejemplo…

Saben, conocen, analizan, los hemos escuchado en los dos viajes a Mazazontipan, que el consumo de alcohol se debe en otras partes rurales y ciudades, a la enorme publicidad reforzada por el ánimo de una realidad cruenta, es cierto, es verdad…por la marginación, el desarrollo económico local y regional, es un círculo vicioso que aparece entre la falta de oportunidades y el abuso de la bebida y el enfoque se lo dieron los habitantes de Mazazontipan, sin acciones impuestas, no, pero si partiendo de una realidad que teniendo gente alcohólica o drogada, el entorno sería insoportable cuando no cuentan con clínicas completas ni una comunicación cercana a las ciudades de Puebla o de Veracruz… aquí no existen asociaciones civiles, aquí en Mazazontipan hay gente con huevos que no padecen de alcoholismo y la solidez se nota en un mejor ambiente familiar y comunitario

    Ignoro, pero sus comentarios se acercaron al movimiento social de Tehuipango, lo experimentamos como reportero en 1976, acompañando al gobernador Rafael Hernández Ochoa y al Director de Seguridad Pública, Ernesto Vázquez Castellanos,   comunidad nagua en la sierra de Zongolica, enfrentándose al caciquismo de esa zona centro de Veracruz, sin permitirles el cambio el proceso social y libertad terminando en una cruel lucha desigual entre el débil y el poderoso, líderes asesinados, niños, mujeres, jóvenes campesinos, masacre que fue paradigma para otros brotes sociales y creemos, al paso de los años, muchos años… sirve ahora en Mazazontipan para alejarse de los vicios que dañan a su gente…

        Concluyendo esta columna con la célebre frase de Ernestina Ascencio, mujer nahua de 73 años que nació en Tetlatzinga, ric, presuntamente violada por un grupo de soldados el 25 de febrero de 2007:

“¡Qué nos dejen bien, que nos dejen libres, que nos dejen vivir!”