Café de Mañana
Está muy bien lo que hace e hizo el Presidente Municipal de Xalapa, Ricardo Ahued. Cayó de sorpresa para ver avances de las obras; la supervisión es otra cosa totalmente diferente de acuerdo a las normas y lineamientos.
Supongo hay un calendario de obras contra lo que se debe supervisar y se puedan medir los avances físico y financieros, así como la tarea de áreas que juegan un rol importante como las ejecutoras, sin omitir a la Contraloría y Tesorería y claro, sin eludir, sobre todo a quienes son titulares de los contratos de obra; “las empresas constructoras”.
Se aplauden las obras, pero también se observa y critica la planeación -poco óptima en términos de ejecución-, pues no se ven rutas alternas, a decir de los afectados.
Hay que agregar el papel del “residente de obra” y la “supervisión externa” que debieron haber contratado para tales efectos con bitácora puntual ambos.
En caso de que exista retraso se les pueden aplicar penalizaciones contra cada estimación y, de persistir, se debe valorar optar por la terminación anticipada o rescisión de contrato.
No hay que dejar de lado que durante los trabajos el responsable del inmueble o sitio donde se ejecuta la obra es el contratista y sino había ni velador o vigilante al llegar de sorpresa el Señor Presidente, peor pues, estaría el empresario especulando y simulando un servicio, y estaría más grave el asunto.
Además, algunas de las tantas obras que vemos no están bien señalizadas y quién sabe si las constructoras hayan contratado pólizas de responsabilidad civil. En caso que se rescinda un contrato se puede y debe hacer efectiva esa garantía.
Por lo pronto, se espera pasar de lo mediático a lo efectivo, en términos de avances a las obras que ejecuta la administración del Presidente Ahued.
¡ ES CUANTO !