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Con o sin Alito, el PRI requiere unidad

Por: Mario Javier Sánchez de la Torre

Opinión

Como la realidad lo indica, fue de gran importancia para el gobierno que tiene bajo su responsabilidad la autollamada cuarta transformación (4T), el no lograr la aprobación de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) que envío hace algunos meses al Congreso de la Unión, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

    Acción que puede considerarse como el primer triunfo del grupo opositor Va por México, cuando aún faltan un poco más de dos años para que finalice la presente administración federal que tiene como principales temas en su agenda para poder continuar con su programa de transformación, dos importantes reformas: las correspondientes al Instituto Nacional Electoral (INE) y la de incluir como parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a la cuestionada Guardia Nacional.

    Pero para como se están presentando las cosas en el medio político nacional, de confrontación a diario desde las desprestigiadas mañaneras con todos los sectores de este país, la aprobación de esas dos reformas simple y sencillamente todo indica no se darán y menos ahora que la alianza Va por México, ya se percato de la importancia que tiene estar juntos y que también ya advirtieron a AMLO, que no pasaran.

    Por lo que no debe extrañar a nadie la persecución de que está siendo objeto el dirigente nacional del Partido Revolucionario Instituciona (PRI), pues en su momento los morenos pensaron que contarían con su apoyo para que su bancada en San Lázaro, les diera los votos que tanto necesitaban. Pero no fue así y esta persecución es el resultado. Acción a la que equivocadamente se están sumando algunos sectores del otrora invencible partido tricolor, aduciendo que Moreno Cárdenas debe dejar el cargo porque no ha podido con este y como ejemplo ponen la perdida de las gubernaturas que ha tenido el PRI en los dos pasados procesos electorales. Perdida que seguramente en parte tiene responsabilidad “Alito”, pero siendo honestos no toda le corresponde a él. Solo baste recodar, como desde el principio del pasado sexenio de Enrique Peña Nieto, varios de los gobernadores que dejaron sus cargos, o tuvieron que huir del país, por sus actos de corrupción o fueron encarcelados. Conductas en las que el actual  Presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, nada tuvo que ver y sí, el Presidente de la República en turno que lo permitió. 

    Es por lo citado que se debe observar con toda objetividad cual era ya la situación del invencible PRI del siglo pasado, cuando Alejandro Moreno Cárdenas llegó a la dirigencia nacional. Sin que estas líneas tengan la intención de defenderlo, porque no es así. Ni siquiera era la segunda fuerza política de México y en algunos estados como este de Veracruz, lo dejaron con tan grande desprestigio los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, que ni siquiera estaba en condiciones de ser competitivo en cualquier proceso electoral, como fue.

    Por lo que, estas actitudes de divisionismo que están viviendo los priistas al interior de su instituto político a los que menos conviene es a ellos. Ya que su posición entre el electorado nacional no es nada relevante y con estos problemas internos, lo único que lograrán es aumentar su debilitamiento en beneficio de sus adversarios políticos

    El momento actual es complicado en el medio político nacional, pero sí hay oportunidades. Las qué si no están a la vista, hay que saber encontrar y aprovechar, pero solamente teniendo tranquilidad interna, en otras palabras unidad, las podrán lograr. Esta es por el momento la principal tarea a que deben poner atención los integrantes de las cúpulas del Revolucionario Institucional, si desean continuar en la lucha política de México. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes.