RUIZCORTINADAS
El maestro al mismo tiempo que es un compañero de viaje, traza desde un principio parte de la ruta de los hombres y mujeres de bien, la otra parte le corresponde a los padres, sin embargo, la educación que se aprende en la escuela es fundamental para el futuro de cada educando.Por ello, el maestro tampoco deja de aprender, su obligación que es estar en preparación permanente.En una ocasión el Lic. Flavino Ríos a la sazón, secretario de educación de el Edo. de Veracruz, expresó enfático que:” nosotros tenemos en las aulas lo que más quieren los padres, a sus hijos, entonces debemos capacitarnos para dar lo mejor de nosotros y transmitir valores y conocimientos”.En efecto, enseñar es un acto de amor al prójimo, no cualquiera tiene esa gran virtud de trabajar para desarrollar en los alumnos todo si potencial como seres humanos, ya decía Platón que la educación tiene como finalidad:” dar al cuerpo y al alma toda la belleza y toda la perfección de que son susceptible”.De eso hablaban los griegos y con esos valores se forman en la actualidad los jóvenes normalistas, quienes entienden que su misión no tan solo es asistir al aula y cumplir un horario, sino que va más allá para lograr que los educandos sean en un futuro no muy lejano agentes para el cambio. El magisterio veracruzano cuenta con la capacidad necesaria para afrontar éste importante reto.Esta columna está dedicada a los maestros con cariño.