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En Veracruz ya se mueve la vara electoral

Por Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEÓN

Tal y como lo interpretan algunos políticos de nuevo cuño en Veracruz, las probabilidades para ser candidato al gobierno de la entidad son muy elevadas si se contiende abanderando al partido en el gobierno, MORENA. Esta concepción no es nueva, y nos recuerda aquella frase del hoy presidente López Obrador cuando presidía el PRD en 1977 y difundida y puesta en circulación por Uriel Flores Aguayo: “en Xalapa hasta una vaca puede ganar”, para referirse a las circunstancias electorales propicias para el PRD, lo cual se hizo realidad con el triunfo inédito de Hernández Villalpando, del PRD, sobre sus opositores del PRI y del PAN para la alcaldía de la capital. Claro, ahora es diferente porque ha habido alternancia a nivel estatal, gobierna MORENA, no el PRI, y las circunstancias son muy otras, empezando por una muy deprimida fuerza opositora al gobierno y partido en turno. En ese contexto, figuran como aspirantes a suceder a Cuitláhuac García personajes cuyo perfil en otros tiempos acaso alcanzaría solo para acomodarlos en una regiduría pero que, amparados en la fortaleza de su partido, MORENA, suponen fácil competir y hasta ganar la gubernatura estatal. Desde esa lógica parece un tema apropiado para el teatro de lo absurdo o para una narrativa kafkiana ciertos movimientos de quienes solo por figurar en el equipo se creen merecedores a competir por la candidatura al gobierno del estado, legítima aspiración, sin duda, pero en términos de realidades se antoja muy forzada porque Veracruz requiere de un impulso semejante a una cirugía mayor para salir del retraso social y económico de su actual configuración. Se avizora en el horizonte local materia prima con experiencia Ricardo Ahued, Manuel Huerta, y por razones de su encargo Eric Cisneros. Además del localismo, son fuertes aspirantes Rocío Nahle y Sergio Gutiérrez. En la oposición figuran el diputado aliancista José Yunes Zorrilla y el senador Julen Rementería más quienes aparezcan en el escenario en un futuro próximo. No adelantamos juicios de valor, solo expresamos un diagnóstico del momento, pero no se requiere de mucha búsqueda para presentarle a la ciudadanía opciones aceptables y que la voluntad ciudadana decida el destino de Veracruz.