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Feminismo positivo y negativo

Por Luis Pazos

Cuando alguien comete una acción reprobable, sus amigos le dicen “No tienes madre”. Puedes crecer y ser una gran persona, aunque no hayas conocido a tu padre, pero es muy difícil que lo seas si no tuviste una buena madre o a otra mujer que tomara su lugar. Lo ideal es un hogar con padre y madre, que le den cariño a los hijos, aunque el que brinda una madre desde su concepción es el más importante.

La concepción es fruto del hombre y la mujer, pero el ser humano se desarrolla en el vientre de la madre. El cariño de la madre, que pesa mucho en la vida de toda persona, empieza dentro del cuerpo de la mujer. El rechazo a un niño o niña desde el vientre de su madre se reflejará negativamente en su vida. El nuevo ser humano amado desde el cuerpo de la madre será posiblemente una persona de bien, aunque es la voluntad y las decisiones de cada uno lo que determine su futuro.

La mujer fue menospreciada durante siglos en muchas culturas. Hasta 1910 les negaron el acceso a las universidades. Es legítimo que grupos de mujeres busquen les reconozcan los mismos derechos que tienen los hombres para dirigir instituciones educativas, empresariales y gubernamentales, pero hay grupos que prostituyen esa legítima lucha contra el machismo al manipular el feminismo para obtener poder político.

Cuando fungí como director general de un banco estatal, Banobras, designé a varias mujeres como directoras, pero no para igualar el número de mujeres con el de hombres en las direcciones, sino por su inteligencia y conocimientos. También porque es más difícil que se presten a cometer actos de corrupción que los hombres.

Sí, a una lucha sincera por la igualdad de oportunidades a las mujeres, aunque en la relación humana hay que tratarlas mejor que a otro hombre. Yo le cedo el asiento a una mujer y las trato con más respeto y delicadeza que a un hombre.

No creo en la dialéctica marxista de la lucha de los contrarios: patrones contra trabajadores, padres contra hijos y hombres contra mujeres. Hombre y mujer se complementan, unidos por un cariño que implica respeto mutuo. Condeno cualquier posición que considere a la mujer incapaz de participar en actividades empresariales, gubernamentales, educativas o culturales en cualquier nivel, pero también condeno a quienes utilizan el combate al machismo y a la discriminación de la mujer para ganar espacios políticos, votos y simpatías del sexo femenino.