Tomar un baño puede influir en ti mucho más de lo que piensas. ¿No eres fan del agua helada? A continuación te compartimos 4 tips que te cambiarán la forma de ver la hora de bañarse. Cambiar a una temperatura por arriba de la ambiental, tiene un impacto distinto que puedes aprovechar para tus objetivos personales.
Tu actividad mental se agilizará: te sentirás más despierto y estarás más alerta en tus labores. Algunos expertos comparan los efectos con los de la cafeína por las mañanas.
Al recibir el agua fría en el cuerpo, aceleras la respiración para poder regular la temperatura corporal. Esto a su vez hace que tengamos más niveles de energía, por lo cual necesitamos más oxígeno.
El agua fría estimula la noradrenalina, una hormona que produce alivio y mejora el estado anímico de las personas, lo que reduce la ansiedad y la depresión. Te sentirás más relajado y dormirás plácidamente en las noches.
Según la OMS, con un baño de 10 a 15 minutos podemos llegar a utilizar 300 litros de agua. El hecho de bañarse con agua tibia muchas veces alarga el proceso, puesto que dejamos correr un buen chorro de agua hasta lograr la temperatura idónea. Esto se puede evitar con los baños de agua fría desde el inicio: ahorrarás energía eléctrica, agua y tiempo. Lo ideal es bañarse en 5 minutos para ayudar a ahorrar agua.