Abriendo Brecha
Este año 2022 es escenario de nuevas autoridades municipales, síndicos y regidores, con lo que se convierte en un reto para satisfacer las necesidades de los gobernados. Es la renovación de 212 alcaldías en la entidad veracruzana en un territorio de 71 mil 820 kilómetros cuadrados y más de 8 millones de habitantes.
Fueron meses de disputa para elegir a las personas más idóneas que consideraron los electores, pero que al final de sus gestiones de cuatro años, pocos ayuntamientos habrán conseguido el objetivo de bien gobernar.
Esta es la principal problemática que tienen los gobiernos municipales, porque un buen alcalde que satisfaga las expectativas no es fácil de obtener, sobre todo sí partimos de las experiencias de los últimos presidentes municipales.
Sin embargo, la excepción confirma la regla y ahí tenemos el caso de algunos alcaldes que han sido reelectos y tienen una sobrada experiencia, además de una sólida aprobación de los ciudadanos cuando han estado en la encomienda.
Ahí está el caso de Ricardo Ahued, alcalde de Xalapa. Ya fue presidente municipal, fue diputado, senador y director de Aduanas recientemente, dentro del gobierno federal. En cada uno de sus cargos se ha distinguido por su elevada eficiencia y ha tenido la capacidad de respetar sus principios, principalmente cuando fue diputado.
Seguramente tendrá una buena gestión municipal y evidentemente podría ser candidato a la gubernatura por el partido que ahora representa.
El otro ejemplo es con Juan Manuel Díez Francos, reelecto en el municipio de Orizaba. Se ha distinguido por su extraordinaria manera de gobernar y le cambió la faz a este municipio cuando fue alcalde, al grado de convertir a esta ciudad en la mejor de la entidad veracruzana.
Los predecesores en el encargo municipal también tuvieron la visión de conservar y ampliar los atractivos de la pluviosilla. Hay orden, limpieza y una adecuada infraestructura.
Luego entonces, se espera que esta nueva gestión rinda buenos frutos y, desde luego, su capacidad de gobernar le hace también un fuerte candidato para la gubernatura. Él es de filiación priísta.
Por lo menos son los dos casos emblemáticos en el universo de 212 alcaldías en el Estado de Veracruz.
De las demás alcaldías no es tan fácil hablar. Tal vez haya habido algunos buenos referentes, pero no a los niveles que han marcado estos alcaldes ahora descritos por sus méritos ya alcanzados en sus gestiones respectivas.
EL RETO VERACRUZ
Sin duda, Veracruz puerto será uno de los grandes retos que se tenga. Hay muchísimo que hacer porque han pasado muchos años y la ciudad se encuentra prácticamente en el abandono.
Por lo pronto ya se dio el tema de los parquímetros, los cuales terminará el contrato este mismo año. Conforme a la alcaldesa Patricia Lobeira se retirará la concesión y será ahora administrada por el ayuntamiento. Hay voces en pro y en contra. Desde luego, lo más recomendable es que deje de estar en manos de una empresa privada que en realidad no benefició al municipio porque el centro histórico no cambió para bien.
Incluso no hubo manejo transparente, porque no daban a conocer las cifras aportadas por los recursos emanados de los contribuyentes a los parquímetros. Cabe mencionar, por otra parte, que constituyen una mala imagen para la ciudad porque los trabajadores de esta empresa, llamada Zeus, eran obligados, adoctrinados o como se quiera decir, para que impusieran el “cangrego” en las llantas de los autómoviles, a efecto de ganar comisiones.
Esa actitud provocó varios enfrentamientos contra los usuarios. En no pocos casos eran turistas nacionales que se llevaban una pésima imagen de la ciudad.
Hay que recordar que esta concesión fue otorgada por el ayuntamiento que fue presidido por Julen Rementería, dejando una herencia que ha resultado un lastre para la ciudad.
Y el asunto del agua es otra historia que debe enmendarse porque no es posible que empresas privadas y, lo peor todavía extranjeras, estén manejando un recurso que es un derecho humano. Es conveniente, prudente y necesario que las concesiones sean revocadas. Decir lo contrario, es casi seguro estar de acuerdo con estas concesiones que sólo han afectado a la ciudadanía.
Para eso existen las leyes y los elementos jurídicos.
Porque inversiones no han hecho y ni las harán.
¡Y hasta la próxima!.