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Ser catequista

Por Pbro. José Manuel Suazo Reyes

El video del Papa Francisco para este mes de diciembre 2021, que se difunde
a través de la Red Mundial de Oración del Papa, está dedicado a los
catequistas. En su mensaje, el obispo de Roma, habla del ministerio, misión y
vocación de los catequistas.

El Papa reconoce la labor de los catequistas dentro de la Iglesia. “Ellos tienen
una misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe”, y les
expresa su agradecimiento: “Damos gracias a los catequistas por el
entusiasmo interior con el que viven esta misión al servicio de la Iglesia”.

Francisco destaca que el ministerio del catequista es una verdadera y auténtica
vocación en la comunidad cristiana, el Papa pone el acento en el ser de este
agente de pastoral. “Ser catequista significa que uno es catequista, no que
“trabaja de catequista”.

“Hacen falta buenos catequistas, que sean a la vez acompañantes y
pedagogos, hacen falta personas creativas que anuncien el evangelio
principalmente con su vida, con mansedumbre, con un lenguaje nuevo y
abriendo caminos nuevos”, insiste el Sumo Pontífice.

El 10 de mayo de 2021, con el Motu Proprio, Antiquum ministerium, el Papa
Francisco instituyó el ministerio de Catequista en la Iglesia católica. El
ministerio de Catequista es muy antiguo en la Iglesia, el Nuevo Testamento
ofrece múltiples testimonios de este servicio y, por otra parte, la historia de la
evangelización muestra la eficacia de la misión de los catequistas.

Obispos, sacerdotes y diáconos, junto con tantos consagrados han dedicado su
vida a la enseñanza catequética para que la fe “fuera un apoyo válido para la
existencia personal de cada ser humano” (Antiquum Ministerium, 3). Esto
significa que quienes hemos recibido el don de la fe y hemos profundizado en
ella, estamos llamados a catequizar.

La catequesis se desarrolla en diversas etapas: desde el primer anuncio que
introduce al kerygma, pasando por la enseñanza que hace tomar conciencia de
la nueva vida en Cristo y prepara en particular a los sacramentos de la
iniciación cristiana, hasta la formación permanente que permite a cada
bautizado estar siempre dispuesto a «dar respuesta a todo el que les pida dar
razón de su esperanza» (1 P 3,15).

“El Catequista es al mismo tiempo testigo de la fe, maestro y mistagogo,
acompañante y pedagogo que enseña en nombre de la Iglesia. Una identidad
que sólo puede desarrollarse con coherencia y responsabilidad mediante la oración, el estudio y la participación directa en la vida de la comunidad” (cf.
Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Directorio
para la Catequesis, 113).

Desde los primeros siglos del cristianismo han existido innumerables hombres
y mujeres que obedientes al Espíritu Santo han contribuido en la formación de
la fe. Por medio de la catequesis se sigue un proceso gradual, progresivo,
sistemático, organizado, permanente, y continuo en la fe que da solidez y
fuerza a cuantos ya han recibido el bautismo.

Son muchos los laicos y laicas que en virtud de su propio bautismo están
participando directamente en la difusión del Evangelio a través de la enseñanza
catequística.

Nos congratulamos porque muchos bautizados asuman su labor catequética,
en la familia, en la iglesia y en la sociedad. Con el Papa Francisco oramos para
que los catequistas sean testigos de la Palabra de Dios, “con valentía,
creatividad y con la fuerza del Espíritu Santo’”.

Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Director Oficina Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa