Opinión
Una más de las situaciones que preocupan a los mexicanos pensantes, es sin lugar a dudas los viajes que Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tiene que realizar al extranjero.
Hasta el momento se ha tenido la suerte de que no ha ido a todos los que deberían haber asistido. La razón o razones pueden variar en cuanto al motivo, independientemente de todo lo que se ha especulado sobre esto.
Especulaciones que van, desde que no va porque no sabe Inglés, hasta las que hablan de que le asustan los escenarios con personajes importantes del llamado primer mundo, pero ninguna de las que se rumoran es comprobable.
Lo que sí es comprobable porque ya pasó, fue lo sucedido en los dos viajes anteriores. El primero a la Casa Blanca a “invitación” que le hizo en su momento el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, en la que por cierto, las palabras de AMLO en aquella ocasión indignaron a todos los mexicanos, principalmente cuando agradeció a Trump, el buen trato de parte de su gobierno a los migrantes mexicanos. Lo que fue un muy duro contrate con la realidad.
Por lo que corresponde a su segundo viaje hecho hace unos días a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Ciudad de Nueva York, para hablar ente el Consejo de Seguridad de ese organismo, que a México toco presidir en esta ocasión, el ridículo fue peor, ya que a diferencia de la ocasión anterior que fue visita entre dos países, en esta ocasión la vergüenza fue a nivel internacional. Las palabras expresadas por AMLO en ese lugar, estuvieron totalmente fuera de lugar e independientemente de las ridículas peticiones que hizo en el especto económico, al grado que esa actuación ha sido calificada como que AMLO se confundió y traslado su desprestigiada conferencia de prensa, la mañanera, a la ONU.
Ahora se tiene en puerta un tercer viaje, también de nivel internacional, pues es la IX Cumbre de Líderes de América del Norte, entre el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Joe Biden, el primer ministro de Canadá Justin Trudeau y AMLO, en la que según la agenda que se conoce se trataran asuntos sobre: comercio, pandemia, migración y medio ambiente.
Cumbre que repentinamente es convocada, después de varios anos de no efectuarse, en momentos que en México se tiene la intención de aprobar por parte solamente de AMLO y sus seguidores, una reforma en materia eléctrica, a la reforma energética que se aprobó durante el gobierno de Enrique Pena Nieto y que está en vigor y que se aceptó cuando se signó el T-MEC entre los tres países que participaran en la IX Cumbre que se efectuará en Washington el próximo jueves 18 de noviembre.
Cumbre que en la agenda trae cuatro temas muy importantes no solamente para las naciones participantes, sino también a nivel internacional, entre los que destacan dos: comercio y cambio climático. Que son los dos puntos que ataca en forma frontal la reforma en materia eléctrica que quiere implantar en México el gobierno que maneja AMLO y que están afectando en lo económico a las millonarias inversiones en dólares que las empresas norteamericanas y canadienses en materia de producción de energía eléctrica sustentable tienen en nuestro país. Además de las inconformidades que se están haciendo sentir por la Unión Europea, pues también hay varios países de ese continente que se están afectando.
Seguramente después de esta IX Cumbre de Líderes de América del Norte, como sucedió después de la plática del embajador norteamericano Ken Salazar con servidores públicos del sector energético nacional, con aplazar la discusión de la citada reforma en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, también en este aspecto habrá algunas reacciones del desprestigiado gobierno de la cuarta transformación. Y ojalá la participación de AMLO solo quede en ese tenor y no vaya a dar otra vez la nota ridícula o cómica. Solamente es cuestión de esperar unos días. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes.