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Soberanía perdida o seguridad afianzada ¿Quien Manda?

Por Luis Martínez Wolf

Barloventeando

         Anda nuestro Gobernador metido en camisa de once varas, el pacto o convenio con la Federación en busca de la seguridad perdida, es un real lío del que alguien puede sacar mas raja de la que normalmente pudiera aceptarse como saludable, la peor condición o consecuencia puede ser que la federación, entiéndase MORENA, aproveche los inminentes procesos electorales para vía la fuerza policiaca imponer condiciones políticas vía el poder policiaco, la fuerza, la intriga y la información privilegiada, condiciones de las que no podría valerse estando el poder en manos del Gobierno priista de Veracruz, entiéndase, Cuitlahuac.

         Peligroso el convenio, los militares, investidos con el poder civil que da el manejo absoluto de la fuerzas policíacas, puede servir para apalancar candidatos de las fuerzas armadas, condición superada desde tiempos del Presidente Ávila Camacho, buenos los militares para cumplir la alta comisión que por disposición constitucional tienen encomendada, cuando a los militares les entra el prurito de competir por el poder civil, sus armas tienen mas poder que la de los ciudadanos no militares, al mencionar poder, no me refiero a la fuerza de las armas, hablo de la institucionalidad jerárquica de los militares, un poco apartados de los procesos democráticos, pueden imponer condiciones derivadas de su formación militar.

         Cuitlahuac ya dio el delicado paso de entregar soberanía estatal, derivada de la Constitución, a las fuerzas armadas, no es del todo criticable la decisión trascendente y peligrosa, hacia falta que las fuerzas policíacas tuvieran un mando único, el poder del Estado demostró que había sido superado por los cárteles, se criticaba con severidad que a las fuerzas armadas se les hubiera colocado en la difícil, casi vergonzante posición para un militar de carrera, de actuar como policías persiguiendo delincuentes, sin embargo el acotarles la fuerza a la que están normalmente preparados por su origen profesional, se restringía su capacidad de lucha contra el crimen, ahora, a petición expresa de la autoridad civil, entran los militares al combate, seria conveniente que la legislatura federal dispusiera las modificaciones constitucionales necesarias para no calificar a la Armada de violadores de la ley, la situación puede, debe considerarse de excepción.

         Suena de risa la declaración respecto a los exámenes de confiabilidad a las que están sometiendo a los policías, me parece que de 30-40,000 que existen en activo, solo han podido examinar a 5,000, para cuando terminen los exámenes, los cárteles serán dueños de medio Veracruz, si decidieron dar el mando a los militares, con carácter de excepción que les dejen actuar, con seguridad en poco tiempo habrán sustituido a nuestros jenízaros por aguerridos Juanes militares, después, veremos quien los saca.

En estos momentos, arriba de mi vecindad, un helicóptero con luces apagadas ha dado varias vueltas a muy baja altura, marinos uniformados y policías de civil controlan el tráfico, todos los vecinos apanicados, quien sabe que buscan, no creo que encuentren nada, pero ¡Como apantallan!. Los Marinos Mercantes lloran por la inminente perdida de la educación náutica, todo muetra que se militarizará y después… ¡AGUAS!

Noviembre 14 de 2021     [email protected]           Luis Martínez Wolf