Opinión
El desesperado comportamiento que refleja en todo momento Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desde hace algunos meses a la fecha y que desgraciadamente todo indica continuará, se debe, aunque lo niegue, a la contundente derrota que sufrió él, y su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión durante el pasado proceso electoral.
Derrota grave para sus intenciones personales de descarrilar al país. Ya que al perder la posibilidad de alcanzar con los pseudo partidos que lo siguen incondicionalmente, como son: el del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista de México (PVEM), la mayoría calificada, perdió lo que dentro de su limitado y distorsionado imaginario consideraba su poder omnipotente.
Así tenemos que ahora ya no puede ordenarles a los “diputados de Morena”, cuáles son los mandatos que deben obedecer ciegamente, como a él le gusta, sino para su desgracia, tiene que tratar de negociar todo lo que intente hacer con los partidos políticos de la llamada alianza opositora como lo son: el Revolucionario Institucional (PRI); Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD).
Acción que trata de disimular, pero al ser un personaje tan elemental, no lo logra y se le nota el enojo que tiene. Lo que trae como resultados lo que está viendo y observando toda la Nación y parte del mundo. El que a diario en sus desprestigiadas mañaneras cuando no ataca a alguno de los enemigos que trae desde hace tres anos, se invente nuevos, sin importar del ámbito que sean y quienes sean. Bástenos citar como ejemplos últimos, los investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la prestigiada Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Siendo por el momento su “roca” en el zapato, su tan odiada Reforma Eléctrica que se llevo a cabo durante el periodo de quien le echo la mano para que llegara al cargo que ocupa, el ex presidente Enrique Pena Nieto. La que pensó erróneamente desmantelaría, pero se topo con pared. Primero ya no tiene mayoría calificada en la Cámara de Diputados del Poder Legislativo y como segundas oposiciones tiene varias, pero solamente citaremos una que es de gran importancia por su trascendencia.
El Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por sus siglas en inglés), del Departamento de Energía de los Estados Unidos de Norteamérica, lanzó la siguiente alerta: que la contrareforma eléctrica que intenta el Gobierno de México, es cara y sucia. Y aportó los siguientes datos: las emisiones de Carbono (Co2) pasarían de un +26 % actual a un +65 %; los costos de generación de energía, pasarían de un +32 % a un +54 % y las probabilidades de cortes de energía pasarían de un +8% a un +35% (fuente: NRLE). Como se aprecia en el informe de tipo técnico, por donde se analice la acción de Morena, es negativa.
A lo que hay que agregar además de las quejas de organismos nacionales e internacionales de protección al medio ambiente, la visita que el pasado miércoles el embajador de los Estados Unidos de Norteamérica, Ken Salazar hizo a varios servidores públicos del sector eléctrico mexicano y mostro la preocupación de su país al respecto y escribió en sus redes sociales: “Tuve reuniones importantes con el Gobierno de México para discutir la reforma del sector eléctrico. Quiero aprender más sobre el ímpetu de la reforma constitucional propuesta. También exprese serias preocupaciones para Estados Unidos. Nos comprometimos a continuar nuestro dialogo sobre estos temas críticos”
Reunión que solamente puede calificarse como mágica, pues después de ésta, los obedientes diputados de Morena, PT y del PVEM, de inmediato y el mismo día, decidieron posponer para el mes de abril del próximo ano 2022, la discusión de la reforma eléctrica de AMLO, para así poder darle prioridad a lo que más interesa a la Nación en estos momentos como es el presupuesto y la Revocación de Mandato. Sin lugar a dudas mágica la reunión del embajador Ken Salazar del vecino país del norte, con los servidores públicos mexicanos del sector eléctrico, necesitamos un embajador así. Usted qué OPINA, estimado lector de los obedientes diputados. Hasta el lunes.
