Hace poco tiempo en este espacio se abordó el tema de la penosa situación en la que cayó desde el inicio de su periodo como huésped del Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al pasar de un problema del que aún no ha encontrado solución a otro, actitudes que han llegado a ser denominadas como: Una tras otra. En alusión a la famosa frase que utilizara en sus programas de televisión el famoso locutor Francisco Stanley.
Acciones las que además de repetirse, también se pueden considerar, sin hacer un análisis muy a fondo de la realidad política de AMLO, por lo obvio que es en todo lo que expresa, que es una de las tácticas que a últimas fechas se le han ocurrido, no solamente para despistar al o los “enemigo(s)”, que como hemos visto en su limitado y enturbiado imaginario somo todos.
Así que, como lo de los investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) le resulto todo un fracaso a nivel nacional e internacional, para no perder su línea favorita de ataque, que es todo lo que se refiere al conocimiento, aprendizaje, arte, las mujeres y los niños, ahora se le hizo fácil irse contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Lo que hizo como ya es su costumbre, atacar en lugar de informar, en otra de sus desprestigiadas mañaneras, a la Máxima Casa de Estudios de México. Pensando seguramente qué al ser una institución de educación superior pública del Estado Mexicano, no pasaría nada. Nadie se molestaría, ni habría respuesta alguna o queja al respecto. Nadie de adentro o de fuera se atrevería a levantar la voz o la mano en defensa de la UNAM. Pero grande es la sorpresa que se está llevando y la que se llevará.
A continuación, parte de la forma en que se le ocurrió tratar de desprestigiar a la UNAM diciendo: fue mucho tiempo de atraso, de saqueo, pero además de manipulación. Hasta la UNAM se volvió individualista, defensora de estos proyectos neoliberales, perdió su esencia de formación de profesionales para servir al pueblo. Ya no hay los economistas de antes, sociólogos, politólogos, abogados.
Para continuar con las siguientes aberraciones: ya no hay Derecho Constitucional, ya el Derecho Agrario es historia, el Derecho Laboral. Todo es mercantil, Civil, Penal. Fue un proceso de decadencia.
Para los conocedores de la UNAM y los profesionales del Derecho en ejercicio, todo lo expresado por AMLO es aberrante. De inmediato se nota su incultura jurídica y en lo que se refiere a la carrera que dice estudió, pero no se sabe si se tituló, porque a la fecha no ha mostrado Título alguno al respecto otorgado por la UNAN, después del tiempo que estuvo supuestamente en esa facultad, lo se puede dudar, hasta que demuestre lo contrario, en otras palabras, como dice la Procuraduría Federal de la Defensa del Consumidor (Profeco), papelito habla.
Mostrando también su coraje y mala fe hacia la máxima institución de educación superior del país y todo aquello que tiene que ver con el progreso de México, con la forma en que desde que ocupa la Silla Presidencial, el presupuesto anual que la institución, ha recibido, muestra una menor alza presupuestal que en sexenios anteriores, como fue en pasado año 2019 y también en el actual 2021, que el incremento fue de solamente un ridículo 0.03 %, por debajo de la inflación que llegó al 2.65 %.
Por el momento no le ha ido tan mal, pero le va a ir peor sí continúa atacando la UNAM. Pues varias de las expresiones que ha tenido en el sentido de que haya servidores públicos en la actual desprestigiada mal llamada cuarta transformación, egresados de la UNAM, se las va a tener que tragar. Bástenos citar como ejemplos solamente a la investigadora de la UNAM Claudia Sheinbaum y al embajador de México en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que también fue Rector de la Máxima Casa de Estudios de México, el prestigiado catedrático y político doctor Ramón de la Fuente, para comenzar. Usted que OPINA, estimado lector. Hasta el viernes. [email protected]