Panoramas de Reflexión
Cierto día al caer la tarde me dispuse a contemplar el ocaso y disfruté el final de una jornada esplendorosa. En esa ocasión estaba en el campo y pude observar en la lejanía al oeste, la puesta del sol tras el horizonte; eso me permitió reflexionar acerca de la grandeza y belleza de la naturaleza. Es esencial para todos nosotros, tanto que sin ella no podríamos vivir. La naturaleza es el arte de Dios, donde se refleja y magnifica su grandeza.
No entiendo por qué nos empecinamos tanto en generar excesos de basura. Tiramos y tiramos basura por doquier sin importarnos nosotros mismos y los demás. Seguimos colocando la basura en los lugares dispuestos por el Honorable Ayuntamiento, aún poco después de que ya pasó el camión de la basura. Ya basta, seamos conscientes y respetemos a los demás respetándonos a nosotros mismos. No creo que sea por desconocimiento de las normas que al respecto ha establecido la presente administración municipal, más bien creo que es por fodongos, por puercos, si, por puercos, porque no toleramos la basura en nuestro hogar, pero tampoco nos preocupamos por sacarla cuando el camión está por llegar, y es que aprovechamos entonces de una manera cobarde, la oscuridad y la quietud de las noches para cometer nuestras fechorías. Sabía usted que los principales datos que se tienen de la basura en Latinoamérica vienen principalmente de México, desafortunadamente México no tiene índices de ser un País con una gran cultura en el manejo de la basura, por lo tanto, no se nos puede considerar un País limpio. La mayoría de la basura que se tira minuto a minuto va a parar a lo que comúnmente se les llama Rellenos Sanitarios, cuya eficacia en México está en tela de juicio debido a que en su mayoría carecen de un tratamiento de los residuos antes de confinarlos para eliminar su potencial peligroso, tanto para el ambiente como para la salud humana. Desafortunadamente esa es nuestra triste realidad. Sabía usted que, a partir de la década de los setenta del siglo pasado, hemos generado más basura que la que se produjo en toda la historia de la humanidad. Actualmente hemos rebasado la exorbitante cantidad de siete mil millones de habitantes en el planeta y la inmensa mayoría de esa suma, con la nula consciencia de crear el mínimo de basura. Nos estamos ahogando en nuestros propios desechos. A su vez, la sabia naturaleza nos sigue enviando, cada vez con mayor frecuencia, continuos y preocupantes mensajes y nada o poco caso hacemos de ello. A sus gritos desesperados contestamos produciendo y tirando más basura sin parar y tal vez sin percatarnos que cada día se extinguen importantes especies de animales, a la vez que se conciben más y más plagas silvestres. La temperatura promedio en el planeta también aumenta de modo considerable por lo que el calentamiento global es inminente, junto con sus letales consecuencias. Recientemente la Nasa informó al mundo que la capa de Ozono protectora de la tierra ha alcanzado una disminución sin precedentes, debido quizá al cambio climático, ya que tal vez el aumento de gases de efecto invernadero hace que la estratosfera esté más fría de lo normal, y la consecuencia más evidente es el aumento de radiación ultravioleta lo que afecta de manera adversa a los seres vivos; así como un desequilibrio en el balance energético de la atmósfera, ya que el Ozono es un gas con una gran capacidad de absorción de la radiación solar. Aunque la producción de sustancias que destruyen la capa de Ozono presentes en aerosoles, refrigeradores y televisores de plasma, se han limitado notablemente, los daños ya causados perdurarán y seguirán ocurriendo durante décadas.
Así pues, la basura generalmente no clasificada, depositada en vertederos o Rellenos Sanitarios, atrae diversos animales, principalmente roedores e insectos que albergan parásitos gastrointestinales, fiebre amarilla, gusanos, la peste y otras enfermedades para los seres humanos; además, exposición a residuos peligrosos en particular, cuando se queman, pueden causar otras enfermedades, incluyendo diversos tipos de cáncer. Los residuos de basura pueden contaminar las aguas superficiales, aguas subterráneas, el suelo y el aire, que causa irreparables problemas para los seres humanos, otras especies y los ecosistemas en general. El tratamiento y eliminación de basura produce grandes cantidades de gases de efecto invernadero, principalmente metano, que contribuye significativamente al cambio climático global, al igual que el uso indiscriminado de combustibles fósiles, que prácticamente son los únicos que actualmente mueven al mundo energéticamente hablando. Todo lo anteriormente expuesto son razón de peso más que suficientes para que al menos individualmente, tomemos consciencia de la gran situación a la que nos acercamos de no modificar nuestra actitud en ese respecto. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.
Integrante de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A. C. (REVECO).