Podemos darle un mejor ingrediente a nuestra vida, ¡claro!, sé que muchos de ustedes lo tienen completamente definido, nunca está de más recordar los principios rectores que nos mueven, uno de ellos es la motivación, esa es precisamente una de las palabras claves, es una de las llaves doradas para buscar el sentido de nuestra existencia, es uno de los caminos que nos puede dar una mayor claridad de nuestro entorno que recrea todo, otro factor es nunca dejar de perseguir es el conocimiento, esforzarnos por conocer de todo, de lo que les guste, lo que les motive, es el diamante de múltiples caras, todas ellas brillan al colocarlas correctamente ante el sol.
El interés que desde los orígenes ha despertado curiosidad en nuestros ancestros, por el saber de las cosas del mundo y transmitirlo, heredando su erudición, así fueron dejando los momentos destacados de sus vidas en las piedras, en la tradición oral, con gestos, movimientos corporales, la gran creatividad de nuestras manos, una de las herramientas más valiosas lo es sin duda el invento de los signos que imitaron la fonética; el ser humano siempre ha perseguido el saber. De cada una de las expresiones antes mencionadas también las hemos convertido en arte. Sin embargo, nunca nos hemos quedado satisfechos después de alcanzar una meta. Poco a poco vamos descifrando los enigmas que el universo esconde y hemos creado de esta forma todo el conocimiento del que disponemos en la actualidad. Y lo mejor de todo es que esta estrella del conocimiento cada día brilla más, nos guían sus múltiples aristas y sigue haciéndose más y más grande. Millones de personas continúan explorando cada una de las áreas existentes y las hacen crecer lentamente, pero sin pausa. No hemos dejado de aprender y estoy totalmente seguro de que nunca dejaremos de hacerlo, porque la curiosidad corre por nuestras venas, la mente se nutre de conocimiento gran parte de él es etéreo.
Cuando aprendemos algo nuevo, nuestra mente se fortalece, si dejamos de aprender, la mente se deteriora. En Japón los ancianos siguen aprendiendo toda la vida, van a cursos, talleres en un aprendizaje continuo para ellos significa “nunca es tarde para aprender algo y vivir nuevas experiencias”. Tienen claro que el ser humano está compuesto principalmente por dos ingredientes: la genética y el aprendizaje extraído de las vivencias. En cuanto a la genética, no hay nada que podamos hacer. La que tenemos es la que nos ha tocado. Sin embargo, nuestro carácter viene definido por las experiencias vividas desde el día en el que nacimos hasta el momento actual, cada una de nuestras vivencias nos va moldeando y convirtiendo en la persona que somos. El punto de vista con el que vemos la realidad a partir del saber cambia. Esto nos permiten ampliar el abanico con el que interpretamos el mundo. La premisa que dice: «La madurez llega con la edad». Ahora sabemos que es relativa, se necesitan algunos ingredientes más. La madurez no es directamente proporcional a la edad, sino al número de experiencias vividas. Lo que sí es cierto es que cuanto más tengamos, más probabilidades tendremos de haber vivido más experiencias y, por lo tanto, de haber alcanzado mayor madurez. Por lo pronto las reflexiones sobre el conocimiento nunca sobran, son necesarias ahora que muchos jóvenes de las nuevas generaciones acumulan experiencias de juegos cada vez más sofisticados en pantallas, tienen en los “influencers” sus aspiraciones, la popularidad y el hacer dinero con el menor esfuerzo, promovamos, reorientemos el conocimiento, los valores, para sentirnos satisfechos por lo aprendido en esta vida.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).