El alza en los índices de contagio por COVID-19 es la razón expuesta por los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) para que Estados Unidos continúe con la medida de expulsar del territorio a aquellos inmigrantes que entren al país de manera irregular.
“Si bien seguimos cediendo ante los expertos en salud pública las decisiones relacionadas con el Título 42, la Administración Biden-Harris continúa trabajando para construir un sistema de inmigración justo, ordenado y humano, incluso ampliando las vías legales hacia los Estados Unidos y desalentando la migración irregular”, informó el viernes en una declaración escrita el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que basó la medida en la decisión de los CDC.
La orden entró en vigor en marzo de 2020 cuando el COVID-19 alcanzó el nivel de pandemia mundial. Los menores no acompañados, que entran regularmente por la frontera sur, quedan exceptuados de la medida.
El gobierno dice que más de 162 millones de estadounidenses están completamente vacunados, lo que corresponde solamente al 49% del país.
“Según el Título 42, el DHS continúa expulsando a la mayoría de los adultos solteros y, en la medida de lo posible, a las familias que se encuentran en la frontera suroeste”, indicó la entidad.
Los CDC anunciaron que harán una revisión cada dos meses de “la información más reciente sobre el estado de la pandemia de COVID-19”, a fin de garantizar que la medida continúe enfocada en proteger la salud pública.
La Patrulla Fronteriza ha reportado los más altos números de ingresos de inmigrantes en situación irregular por la frontera sur en los últimos veinte años.